En enero, todos al gimnasio

P. V.
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Los centros deportivos de Ciudad Real y alrededores experimentan un incremento claro en las peticiones de información e inscripciones en enero y febrero, lo que algunos aprovechan para lanzar promociones

En enero, todos al gimnasio - Foto: Tomás Fernández de Moya

Los gimnasios empiezan lentamente a contabilizar nuevas altas, aunque será pasados los Reyes y llegada la vuelta al colegio y al trabajo cuando comience su particular agosto. Registran un aumento de visitas, bien para informarse bien para matricularse directamente. Algunos, como Areté Fitness, dejan gratis la matrícula durante los días 7 a 10 de enero; al igual que ManhattanFit, con inscripción gratis el día 9 coincidiendo con su aniversario; otros, como Attica o Nudos, mantienen los precios ajustados, con descuentos para gente joven. Todos coinciden: en enero y febrero llegan todos los interesados en adquirir hábitos saludables y permanecerán dados de alta hasta el buen tiempo.

Pedro Rodríguez, de Areté, constata el mismo ciclo año tras año. Altas en enero y sobre todo febrero con los buenos propósitos y bajas en junio o julio porque es más fácil pasar tiempo al aire libre. «Si cada mes tenemos entre 20 y 30 altas, entre enero y febrero fácilmente lleguemos a 100», lo que supone prácticamente duplicar sus cifras habituales. «El 80 % de los que llegan lo hacen por primera vez y preguntan si hay o no instructor, comentan sus objetivos y les orientamos, pero sobre todo hay que avisarles de que se conseguirán a medio o largo plazo, para que no se desilusionen», advierte. «El deporte es muy agradecido y hay que aprovecharlo en el sentido de calidad de vida, no estético», reflexiona.

Noelia García Belllido, de ManhattanFit, afirma rotundamente la existencia de ese «mayor pico que se produce en septiembre y octubre y, sobre todo, enero y febrero». «El número de peticiones de información y de inscripciones puede aumentar hasta un 40 % con respecto a la media anual», afirma García. No obstante, el inicio de la actividad suele darse las dos últimas semanas de enero. Aunque por su octavo aniversario ofrece matrícula gratis el 9 de enero y una primera clase de prueba durante todo el mes, considera que «lo más importante es siempre cuidar al máximo la experiencia de la socia». Su público está formado por mujeres trabajadoras entre 35 y 55 años y su nivel de compromiso parece ser mayor que en otros gimnasios, puesto que muchas altas se mantienen durante todo el año.

Francisco Ruiz, de Gimnasio Attica, tiene un experiencia similar. Sabe que «la segunda semana de enero y hasta la quincena es cuando más gente se apunta». «Hay un ‘subidón’ y se mantiene hasta abril o mayo, baja en julio y agosto y diciembre es muy inestable», cuenta, y explica que en su caso, por ubicación, tiene alrededor de un 20 % de estudiantes, algo que se nota en el inicio y en el fin del curso. «Vienen desorientados y se ponen en tus manos y van probando, las clases grupales fidelizan más», afirma Ruiz.

Carlos García, de Nudos, también nota esta subida de inscripciones en enero y, sobre todo, febrero, pues empiezan más tarde «para rentabilizar el mes», pero entiende que antes del verano y en el inicio del curso escolar también hay gran demanda. Por su inclusión dentro de un centro de ocio, su perfil es bastante concreto: hombres de entre 30 y 45 años, que se desplazan en coche y con niños que se quedan en la ludoteca, complementado además con servicio de cafetería. Buscan, por tanto, «un estilo de vida saludable más que competición», como es el caso de otros, tanto es así que las plazas que más se demandan son las de «cuerpo-mente, como pilates».