Nacido en Bolaños de Calatrava, ejerce el sacerdocio en Ciudad Real, pero también pone en práctica la poesía, lo que le ha servido para alzarse con uno de los galardones de la mística más importantes de ámbito internacional, el Fernando Rielo, con su poemario La voz de tu latido.

Acaban de proclamarle ganador del XL Certamen de Poesía Mística Internacional Fernando Rielo, ¿por qué se le ocurrió presentarse a este concurso?

Yo ya lo conocía, tengo algunas referencias de este certamen de poesía mística. Aprovechando el confinamiento y el estar metido dentro de casa, se me ocurrió hacer un poemario de poesía mística y me animé a presentarlo a este certamen. Estoy realmente extrañado por que el trabajo haya resultado premiado.

¿Qué es la poesía mística?

La poesía mística está dentro de la literatura de tipo espiritual y trata de expresar de una manera delicada, de forma poética, en clave estética, esa experiencia íntima, espiritual, personal, del hombre con Dios. Por tanto, es una poesía muy delicada y muy comprometida porque trata de dar voz y de expresar lo más íntimo del ser humano, en ese encuentro con Dios.

¿La mística va más allá de una confesión concreta?

La poesía mística es un género literario que tiene como dos niveles de expresión, por un lado esa experiencia interior;  y por otro, la composición lingüística. Podríamos decir que cualquier obra poética tiene esos dos niveles. Es verdad, pero la poesía mística va más allá porque trata de expresar  esa íntima unión del alma con Dios, desde la palabra. Trata de crear un lenguaje de imágenes muy bellas para expresar ese destino humano del hombre que es Dios. Por tanto, la poesía mística tiene como finalidad la concepción de la fe y el testimonio, porque esa palabra humana trata de dar forma a una experiencia tremendamente íntima y muy personal para el comunicante.

¿Cómo es su poemario La voz de tu latido?

El poemario está compuesto por sonetos que se dividen según las horas monásticas, siguen la jornada de oración según las horas litúrgicas, que a la vez se vinculan con las etapas de la vida. Trata de expresar de modo elegante cómo el alma contempla el misterio de Dios.

¿Los poemas fueron reuniéndose durante un tiempo?

Sí, los poemas fueron acumulándose tratando de expresar esa trayectoria relevante del alma que sufre esos altibajos, esa noche oscura en la que hay brumas, hay penurias, hay oquedades... El poemario va creciendo poco a poco con pinceladas místicas, hacia ese gozo del amor divino.

El libro recurre como forma poética al soneto, que para muchos es la composición culminante de la poesía clásica, ¿qué le atrae de esta composición?

El soneto es una composición poética donde se trata de combinar de una manera estética el fondo y la forma. Es una forma fácil de reconocer, formada por 14 versos endecasílabos, estructurados en dos cuartetos y dos tercetos. El primer cuarteto plantea el tema de que va a tratar ese soneto; el segundo cuarteto, lo desarrolla, el primer terceto reflexiona sobre ello, vuelca ideas, pensamientos, imágenes y sentimientos relacionados con ese tema; el último terceto es clave, fundamental porque es la reflexión conclusiva, donde aparece como un giro inesperado que concluye toda la composición poética. Me parece que es una composición muy completa y muy precisa.

¿Qué le llamó la atención del certamen Fernando Rielo?

Me llama mucho la atención la personalidad de este autor, un gran pensador, un filósofo, un metafísico y sobre todo un místico. Es un hombre que trata de acercarse con su pensamiento, con su filosofía, con su arte, con su poesía al misterio de Dios.