Ecologistas en Acción de Ciudad Real ha presentado alegaciones con vistas a mejorar el borrador del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, el instrumento con el que se gestionará este singular humedal del interior de la Península Ibérica. Así lo han dado a conocer este martes fuentes de la organización conservacionista, quienes han recordado que el PRUG recoge una serie de objetivos, criterios y actuaciones, normativa de protección, regulación de aprovechamientos y actividades, planes y programas sectoriales, cuyo último fin es la actualización de principios vehiculares de gestión y conservación, el disfrute de la naturaleza y el desarrollo económico de las poblaciones que comprende un espacio natural protegido.

La asociación ecologista reconoce los pasos dados por las autoridades competentes en favor de una mayor participación de la ciudadanía en el diseño de instrumentos de planificación y gestión de un espacio protegido con diversas figuras como Parque Natural, Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda, Red Natura, Sitio Ramsar y de gran importancia para la economía local.

Según los conservacionistas, se aprecia la voluntad de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad, y de la dirección del parque, por promover o reforzar medidas que contrarresten la gran presión humana, como la afluencia de visitantes, o la extracción hídrica que pudiera comprometer las reservas subterráneas y superficiales.

Se han referido asimismo a la expresa prohibición de proyectos incompatibles con la ordenación sostenible y la conservación, como los nuevos regadíos, la minería, la fractura hidráulica, las granjas intensivas, la producción maderera, los aprovechamientos energéticos, o los nuevos usos urbanísticos, estos últimos ya no permitidos en el PRUG de 1995.

Sin embargo, según Ecologistas en Acción, el borrador no ofrece la debida contundencia contra situaciones delictivas, anacrónicas, y por ello "inconcebibles, que arrastra el parque desde hace décadas".

Por eso, reclaman "una urgente y decidida acción institucional, si lo que se persigue es el imperio de la ley y la actualización al siglo XXI de unos criterios, cuanto menos aceptables, de gobernanza de un parque natural que atesora un conjunto de valores ambientales, hidrogeológicos, limnológicos, botánicos, faunísticos, paisajísticos, etnográficos y culturales inencontrables en Europa Occidental".

Es lo que ocurre, han puntualizado, "con la amnistía encubierta otorgada a chalets, chiringuitos, embarcaderos, cámpines y resto de instalaciones que, al albur del desordenado crecimiento urbanístico del pasado, han invadido rincones del parque, hasta ocupar, con absoluta negligencia e impunidad, el dominio público hidráulico".

Otro tanto pasa con el mantenimiento de un modelo turístico voraz y desfasado, que entienden los ecologistas ha sido "pobremente retocado en el borrador".

"Si bien plantea la diversificación estacional y de actividades, algunas enfocadas al turismo de naturaleza, persiste en el baño y en los deportes náuticos, que caricaturizan la percepción social de las lagunas desde hace más de cuarenta años.

Tampoco se desprende una decidida regulación del tráfico motorizado, sobre todo de vehículos altamente impactantes, como 4x4, quads, buggies y motocrós.

En las alegaciones presentadas, Ecologistas en Acción-Ciudad Real pide el establecimiento de un protocolo claro que fije la capacidad de ocupación del parque.

Así mismo, consideran que el PRUG pasa por alto el problema del corte y ocupación de caminos públicos a su paso por fincas privadas, un hecho que, en su opinión, debe abordarse para facilitar el uso público de los caminos, muchos de ellos "apropiados ilícitamente por dueños o arrendatarios de terrenos cinegéticos".

Ecologistas en Acción cree que el texto aprobado debería sentar las bases para dotar al parque de un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) que haga un replanteamiento ambicioso que contemple los espacios interrelacionados con las lagunas, la recuperación integral del paisaje, así como el retorno de la dinámica hídrica natural, incluyendo el Guadiana, hasta su conexión con el río Záncara