Seis partidos y tres finales para el Vestas Alarcos

Manuel Espadas
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El conjunto de Ciudad Real necesita puntuar ante sus rivales directos en lo que queda de primera fase para llegar con opciones de ascenso a la segunda

Mach (izquierda) y Palacios frenan a un jugador del Alcobendas. - Foto: Rueda Villaverde

Dos son las reflexiones que se pueden realizar, aprovechando el parón navideño, sobre la situación actual del Vestas Alarcos. La positiva es que tiene muy encarrilado su acceso a la segunda fase por el ascenso (la jugarían los cinco primeros de cada uno de los dos grupos de Plata al término de la primera fase), pues disfruta de una renta de 5 puntos más golaverage sobre el sexto, el Málaga; pero la preocupante es que hasta la fecha sólo ha sido capaz de sumar dos puntos contra los equipos que muy posiblemente le acompañarán hacia esa segunda fase: la victoria en casa contra Alcobendas.

Y son esos puntos, y sólo esos, los que se llevaría consigo a esa ‘main round’, lo que le dejaría en una situación muy complicada para aspirar a las dos plazas premiadas con el ascenso a Asobal.

Atendiendo a las cinco primeras posiciones actuales en ambos grupos (podrían variar en las seis jornadas que restan de primera fase) y a los puntos sumados en los duelos directos entre esos cinco primeros, el Vestas Alarcos ocuparía la penúltima plaza de una clasificación virtual de la segunda fase basada en los resultados contabilizados hasta la fecha; muy lejos de los 7 puntos con los que ya contarían los primeros, Torrelavega y Novás.

Esto significa que el Alarcos no tiene margen de error en tres de los seis partidos que le quedan de esta primera fase, contra Torrelavega, Alcobendas y Antequera, donde se pondrán en juego puntos con valor real, pudiéndose permitir el ‘lujo’ de fallar en los duelos contra Trapagaran, Amenabar y Zamora (siempre que no ponga en riesgo estar entre los cinco primeros, puesto que a partir del sexto jugarán la fase por evitar el descenso). De lo contrario, se vería abocado a afrontar la segunda fase ya descolgado y sin apenas opciones de aspirar a dar el deseado salto a la Liga Asobal, en una temporada muy propicia para ello por el nuevo formato competitivo.

Al equipo de Javier Laguna, que no volverá a jugar hasta el 23 de enero visitando a Trapagaran, le queda por delante un calendario con seis partidos, de los que tres son auténticas finales.