Nace en Kenia una cebra marrón sin rayas pero con lunares

Agencias
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El animal sufre trastorno de melanina pero no ha recibido el rechazo de su manada por su curiosa mutación genética

Nace en Kenia una cebra marrón sin rayas pero con lunares

Una cebra marrón sin rayas y con lunares blancos ha nacido en la reserva natural Maasai Mara, en Kenia.

Su descubridor, Anthony Tira, fotógrafo y guía de un campamento de la reserva, se quedó tan sorprendido por el hallazgo que no dudó en fotografiar al potro y compartir las imágenes en Facebook, generando gran expectación en redes sociales.
"Al principio pensé que se trataba de una cebra que había sido capturada y pintada. Eso me confundió. Después me di cuenta de que lo que en realidad estaba viendo era una cebra de aproximadamente una semana de vida con trastorno de melanina. El animal estaba pegado a una cebra adulta, probablemente su madre", dijo Anthony Tira a los medios.

Según un especialista en vida silvestre en Matira Camp Parmale Lemein, no constan registros en Mara de una cebra tan rara. Por lo que, Tira -nombre con el que el ejemplar ha sido bautizado- podría ser la primera.

Sin embargo, no es la única en el mundo. Otras cebras nacidas con esa condición en otros parques de África, según los investigadores, no han sobrevivido más allá de los seis meses. Muchas de ellas, rechazadas por su manada. No es el caso de la pequeña Tira, que desde su descubrimiento se ha convertido en la atracción de la reserva. Sin embargo, al ser tan única, el problema para Tira es que puede suponer un blanco fácil para los carnívoros de la sabana.

Las líneas de las cebras sirven para que los animales que quieren atacarlas no pueden distinguir donde comienza y donde finaliza el cuerpo de la cebra y donde está la más pequeña y vulnerable del grupo. La cebra que es distinta, como Tira, puede ser un objetivo muy fácil.


Las rayas, un regulador natural

Desde la reserva de Maasai Mara apuntan que una de las posibilidades de esa mutación genética puede ser el cambio climático. Un estudio demostró a principios de junio de este año que las rayas de las cebras eran un mecanismo que servía para regular su temperatura corporal, en lugar de servir para deslumbrar a los insectos y protegerse de las enfermedades como se creía hasta el momento.
Los autores del estudio publicado en Journal of Natural History argumentaron que las rayas es la forma especial con la que las cebras sudan para hacer que su temperatura baje y las pequeñas convecciones de aire creadas entre las rayas ayudan a la evaporación, mientras que la capacidad no registrada previamente de las cebras para erigir sus franjas negras es una ayuda adicional para la pérdida de calor.