Los nuevos 'menas' llegan con la intención de estudiar

HIlario L. Muñoz
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El centro Al-Amal ha acogido a casi 200 menores extranjeros no acompañados desde el año 2001 y es el primer espacio que abrió en Castilla-La Mancha dedicado a ellos

Los nuevos ‘menas’ llegan con la intención de estudiar - Foto: Rueda Villaverde

Los menores extranjeros no acompañados (‘menas’, como se les conoce) se han convertido sin quererlo en protagonistas de la política actual. En la provincia de Ciudad Real existe un centro de menores, Al- Amal, ‘La Esperanza’, abierto desde el año 2001, gestionado por la entidad social El Horuelo, y que fue de los primeros que abrieron en Castilla-La Mancha para atender a estos jóvenes. Se trata de un servicio que tras 18 años ha atendido a casi 180 jóvenes, en su mayoría menores extranjeros pero también inmigrantes con referencia familiar en España y nacionales. Al-Amal forma parte del sistema de protección de la Consejería de Bienestar Social.

La vida de este centro muestra un largo periodo en el que se han visto cambios que se dan sobre todo en la mentalidad con la que llegan los jóvenes desde Marruecos y de otros países del África subsahariana. Antes, hace años, llegaban directamente en la búsqueda de empleo, pese a tener 14, 15 o 16 años, acostumbrados como están a ganarse la vida desde niños. Sin embargo, ahora sus objetivos pasan primero por formarse, recibir una educación a la que no optan en su país para que luego puedan tener fácil incorporación al mercado laboral. Casi todos llegan con «proyecto migratorio bien definido y saben lo que van a hacer». La descripción de este proceso de cambio es de Ali El Asri Ben Zaina, el director del centro Al-Amal.

Las tecnologías de información, sobre todo las redes sociales, han cambiado mucho la mentalidad de estos jóvenes. Su fácil acceso a internet en su país de origen les permite leer noticias, intercambiar información con otras personas o conocer en tiempo real la situación que vive el colectivo no solo en España sino también en otros países vecinos. Por lo tanto, los menores que emigran actualmente a España tienen claro qué deben hacer para mejorar su proceso educativo.

Los nuevos ‘menas’ llegan con la intención de estudiar Los nuevos ‘menas’ llegan con la intención de estudiar - Foto: Rueda VillaverdeAdemás, las redes sociales han facilitado mucho la comunicación de los menores con sus respectivas familias, que han dejado atrás. El centro cuenta con un personal interdisciplinario y multicultural y con profesionales que dominan varios idiomas o dialectos africanos que sirven para atender las necesidades que presentan los menores durante su estancia en el hogar: formación y empleo o habilidades de preautonomía, entre otras.

Este cambio de actitud se inició hace años y se nota en aspectos clave como que no existe absentismo escolar entre los jóvenes de Al-Amal. «Vienen más capacitados y con ganas de integrarse», dijo Ali El Asri. De hecho, en los últimos cursos todos los menores han sido recomendados por el consejo escolar de su centro educativo para realizar cursos de Formación Profesional Básica (FPB), unos estudios que les permiten aprender un oficio, un aspecto clave porque al cumplir los 18 deben valerse por sí mismos, y a la vez obtener un título de la ESO para seguir con sus estudios. «El otro día el director de un instituto nos envió una carta de agradecimiento por la labor que hemos hecho», explicó, orgulloso del proceso formativo que hay en este hogar con capacidad para acoger hasta a diez menores.

Para remarcar estas situaciones, el director de Al-Amal apuntó que «la inmigración ha cambiado y quienes están aquí quieren hacer realizar cursos de formación». Por ejemplo, varios de los que hay actualmente realizarán el próximo curso escolar peluquería, otros optarán por soldadura... «La mayoría de ellos vienen de familias que viven en el campo y quieren cambiar su oficio» y, por este motivo, «a cualquiera que le preguntes dirá que ha venido a trabajar y ayudar a su familia, pero saben que tienen que pasar por el proceso de formación antes de acceder a un trabajo y así lo están haciendo».

Los nuevos ‘menas’ llegan con la intención de estudiarLos nuevos ‘menas’ llegan con la intención de estudiar - Foto: Rueda Villaverde‘menas’. «Los ‘menas’ son menores extranjeros no acompañados, que vienen sin referencia familiar, solos y desde distintos sitios», explicó el director. Se trata de jóvenes que cruzan la frontera por distintos medios, desde los bajos de un camión a motos acuáticas y otros métodos. Los menores llegan al Al-Amal derivados desde un centro de primera acogida (CEPA), después de haber sido entregados a la Policía o detenidos por la misma al cruzar la frontera, y tras pasar de un proceso de protección recogido en la ley del menor para evitar su expulsión. Un menor en Castilla-La Mancha puede acabar en Al-Amal o cualquier otro centro de menores, aunque, en este espacio pionero, en los últimos tiempos, y debido al incremento de ‘menas’ que llegan a España suele tener solo menores extranjeros no acompañados. En toda Castilla-La Mancha a finales de 2018 había 166 ‘menas’, diez de ellos en el centro gestionado por Horuelo.

El éxito de la estancia en el centro se fundamenta en que «el 80 por ciento de los menores» tras cumplir los 18 años han mantenido el permiso de residencia en España. Se trata de un aspecto clave porque abre las puertas a trabajar y lograr el futuro que buscaba en España. «Si llevan cinco años tienen permiso de larga duración concedido y si tienen dos años salen con uno renovado», por lo que con apenas 18 años deben demostrar que pueden valerse por sí mismos, para lo que tienen en ocasiones el apoyo de los programas de autonomía, cuando llevan residiendo un periodo de tiempo en España y han cumplido con las condiciones marcadas.

Tras 18 años hay incontables casos de éxito como menores que ahora ya están casados y con hijos o quienes en dos años de estancia en Al-Amal, en los últimos tiempos, han logrado superar los exámenes de ESO y Bachillerato y al cumplir los 18 años han iniciado algún grado en alguna facultad de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Los nuevos ‘menas’ llegan con la intención de estudiar
Los nuevos ‘menas’ llegan con la intención de estudiar - Foto: Rueda Villaverde