Apenas pasaban cinco minutos de las once de la noche, cuando en el escenario apareció David Summers, guitarra en mano, y el resto de componentes del grupo madrileño (Daniel Mezquita Hardy, Rafael Muñoz Gutiérrez y Francisco Javier de Molina Burgos). Ellos, Hombres G, subieron al escenario con el objetivo de que el público se lo pasara bien. Y lo consiguieron. En ese momento en el Auditorio de la Granja se escucharon los primeros acordes de la canción con la que ya predecían como iba a ir la noche, Voy a pasármelo bien. Le siguieron melodías de su repertorio más clásico como El ataque de las chicas cocodrilo o Has sido tú, te crees que no te visto. Canciones de nostalgia y buenos recuerdos que juntaron tres generaciones de décadas distintas: 70, 80 y 90.  Aunque tampoco faltaron las más actuales, incluidas en su nuevo álbum de estudio, Resurrección a la venta desde el pasado mes de marzo.

Un concierto de casi dos horas que reunió a más de mil personas que no dudaron en corear sus canciones como Te quiero, "dedicada a todas las chicas de Ciudad Real y que no hemos dejado de tocar en ningún concierto", tema en el que el público respondió efusivamente como lo hizo también con Marta tiene un marcapasos o Suéltate el pelo, momento en el que apareció un sujetador rojo en el escenario que acabó colgado en uno de los micrófonos.  

Entre el público, los 'más fieles' con camisetas del grupo madrileño y representantes del ámbito social como el torero ciudadrealeño Aníbal Ruiz y del mundo de la política como el diputado nacional de Vox, Ricardo Chamarro, entre otras muchas caras conocidas. 

Hombres G 'resucita' con sus canciones de ayer y de hoy

Instantáneas en blanco y negro de sus inicios se proyectaron al fondo del escenario, donde Summers, vestido con camiseta blanca y pantalón vaquero, tuvo palabras de recuerdo hacia su padre, quien le daba el consejo de Llegar a la noche, título de otra de las canciones de su nuevo álbum. 

Ya casi al final del concierto, Summers presentó a los componentes de su banda, "músicos maravillosos" con los que lleva "tocando más de 30 años por todo el mundo". Toda una "vida de amistad y buena onda", declaró. El entusiasmo se apoderó de nuevo el público cuando el grupo madrileño interpretó Visite nuestro bar. Francisco Javier de Molina, batería del grupo, fue entonces cuando aprovechó para tomar un tequila e introducir al público en otro de lo éxitos de la banda, Venezia,  y dejar paso después a otro clásico como Devuélveme a mi chica, canción con la que Hombres G se despidió de Ciudad Real.