El Ministerio del Interior ha declarado a nueve asociaciones de España de utilidad pública, y entre ellas solo hay una de Castilla-La Mancha y se encuentra en Campo de Criptana. Se trata de Aspana, la asociación Pro Personas Con Discapacidad Intelectual sin fin de lucro, fundada en 1974 por un grupo de vecinos de la localidad con Rogelio Sánchez Ruiz como presidente con el objetivo de dar respuesta a la situación de abandono en la que se encontraba el colectivo de personas con minusvalía de la población. Desde entonces, su misión ha sido defender los derechos y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y de sus familias. Ahora, y después de dos años de numerosas gestiones y trámites burocráticos, en los que la entidad tuvo que modificar algunos de sus estatutos, el Gobierno de Pedro Sánchez, a través del Ministerio del Interior, ha otorgado a la asociación la declaración de utilidad pública. Un logro que llena de «satisfacción» a su actual presidente, José Luis Olivares, quien, en declaraciones a La Tribuna, señala algunos de los beneficios que este reconocimiento traerá a Aspana. Entre ellos, y uno de los principales, las exenciones fiscales en algunos impuestos. Así por ejemplo, a partir de ahora, la entidad estará libre de abonar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de su Centro Comarcal de Educación Especial María Auxiliadora, una «elevada» cantidad, puntualiza Olivares, que se podrá dedicar a la atención de mayor número de personas así como a aumentar y mejorar los servicios. Otro de los beneficios, la bajada de algunos impuestos como el de Sociedades y la posibilidad de disfrutar de asistencia jurídica gratuita. Pero también, añade, el poder lograr mayor puntuación en las convocatorias, pues «entre los méritos que puntúan es ser asociación declarada de utilidad pública». Todo ello, sin olvidar que las cuotas de los socios y las donaciones «son deducibles en el IRPF y en el Impuesto de Sociedades», lo que animará a «dar más ayuda». Por todo ellos, este reconocimiento es una «buena noticia» para «la asociación, los asociados y para las personas con discapacidad y sus familias». «Hemos estado esperando mucho tiempo esta declaración, que nos ha dado un empujón de alegría para seguir trabajando», subrayó. Aspana ofrece diferentes servicios como el Centro Comarcal de Educación Especial María Auxiliadora, el Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana y la Vivienda con Apoyo, además de toda una serie de actividades, talleres y planes de formación y servicios especializados. En total, más de 250 usuarios y beneficiarios. Ahora, tras haber logrado este reto de ser asociación de utilidad pública, Aspana, que aglutina a una treintena de poblaciones de la comarca, tiene encima de la mesa otros muchos proyectos. Entre ellos, comenta Olivares, ampliar el rango de edad del servicio de Atención Temprana llegando hasta los seis años en vez de hasta los tres, lo que «conllevará duplicar el personal», así como reformar el propio centro María Auxiliadora y llegar a constituir un centro especial de empleo. Además de la puesta en marcha de una futura residencia, cuyo proyecto «habrá que abordar en un plazo medio», pues «nuestros usuarios se van haciendo mayores y van teniendo otro tipo de necesidades». José Luis Olivares ostenta el cargo de la presidencia de la asociación desde 2016 tras ser director del Centro Comarcal de Educación Especial María Auxiliadora durante 30 años. Más de dos años como presiente y con un balance «positivo» porque «constantemente hemos ido haciendo nuevos proyectos manteniendo los servicios». Tras haber conseguido la declaración de utilidad pública, sus nuevos retos serán el nuevo centro especial de empleo y la futura residencia.