El Cristo del Perdón acompaña a la patrona

D. R.
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La parroquia de la Virgen de Gracia acogió en la tarde de ayer la bendición de la nueva talla del Cristo del Perdón, obra del afamado imaginero malagueño José María Ruiz Montes.

Talla del Cristo del Perdón, obra del imaginero malagueño José María Ruiz Montes, en la parroquia de la Virgen de Gracia. - Foto: D. R.

Puertollano ha visto enriquecido desde ayer su patrimonio artístico con el nuevo Cristo del Perdón, que fue bendecido en la parroquia de la Virgen de Gracia, patrona de la ciudad, con la presencia del propio escultor, el afamado imaginero malagueño José María Ruiz Montes, en un acto multitudinario acto que arrancó con una eucaristía y que contó con la participación de la Coral Polifónica Santísima Trinidad, llegada desde Torralba Calatrava.

Esta nueva talla, encargada por la propia parroquia, se suma al amplio catálogo patrimonial de la ciudad industrial, desde Jesús Orando en el Huerto, de Luis Marco Pérez, a Jesús Atado a la Columna, de Jesús Curquejo; el Cristo de la Sindone, de José Ángel Palacios, Jesús Caído, de Méndez Lastrucci, entre otros, los cuales pueden verse por las calles de Puertollano en las diferentes procesiones de la Semana Santa local.

El Cristo del Perdón ronda los cuatro metros de altura y ha sido realizado en madera de pino de Flandes teñida. La escultura se halla sujeta al madero por cuatro clavos, quedando los pies apoyados en el taco de madera agarrado a la cruz por un elemento que lo forja. Por el pictoricismo de su tipología, tiene como referentes los modelos sevillanos del siglo XVII y los lienzos sobre el tema de Cristo en la cruz pintados por Diego Velázquez y Peter Paul.

Fieles ayer en la parroquia.Fieles ayer en la parroquia. - Foto: D. R.El imaginero andaluz José María Ruiz Montes, presente en el acto de ayer, muestra en esta talla a un Jesús de Nazaret vivo con la mirada alzada al cielo y la cabeza inclinada hacia detrás rogando la compasión de dios. También destaca su emotivo semblante, principalmente los ojos verdes abiertos y la lengua proyectada en los labios. Además, se puede apreciar que cabello, bigote y barba son espesos, oscuros, rizados y partidos al centro.

El imaginero José María Ruiz Montes, en la parroquia.
El imaginero José María Ruiz Montes, en la parroquia. - Foto: D. R.