El triunfo de los menos malos

Diego Izco
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A falta de 33 puntos para el cierre de la 19/20, ya hay una certeza: será el campeón más mediocre en los últimos tiempos. El Barça retoma el liderato porque el Madrid parece haber olvidado cómo se ganan Ligas

El triunfo de los menos malos - Foto: Irina R. H. / AFP7 / Europa Pres

En ocasiones no hay que ser el mejor: basta con ser el menos malo. Y no, no es lo mismo: puedes ser España en 2012 o Grecia en 2004, ambas campeonas, estilos antagónicos. Cuentan las leyendas que Maradona presenciaba junto a Valdano uno de esos partidos patéticos de constante patadón y precisión nula, con el miedo a perder instalado en el ambiente y una desesperante tendencia al 0-0. «Mirá, Jorge: al que dé cinco pases seguidos le regalan un Ferrari». No hubo cinco pases seguidos, pero sí un gol solitario, por lo visto. Ganó el menos malo, como sucederá con esta Liga que nos tiene o en vilo o en trance o en ese estado de hipnosis de las vacas cuando ven un tren: no se explican qué demonios está pasando. 


Barça con pinzas

Primero, el Barça cerró el sábado ante la Real. Se agarra con las uñas a su increíble eficiencia como local (40 puntos sobre 42 posibles), pero se le ven las costuras. Anda lento e inseguro, deja agujeros enormes por los que entra a placer cualquier equipo que junte a cuatro futbolistas de pie fino y si la consigna única ante tanta duda es «dársela al 10», los rivales defienden con inusitada facilidad. Las únicas buenas noticias del partido fueron un único tanto de penalti (por una de esas extrañas manos punibles en la 19/20) y que la portería se quedó a cero. Y punto... pero al día siguiente todo iba a cambiar. 


Desastre

Porque después, el Madrid cerró el domingo ante el Betis y lo hizo con uno de esos incomprensibles ejercicios de autosuficiencia propios de un mal líder, como si ganar el Clásico te diese bula al siguiente partido. Zidane había creado un equipo sólido y sin fisuras que apenas encajaba... y en el que la dupla Casemiro-Valverde era la piedra angular. A Zizou le han dado extraños ataques de entrenador, y exceptuando el duelo ante el Barça (2-0), en los últimos siete partidos oficiales siempre ha encajado... hasta un total de 12 dianas. Dos de ellas, las del City, invitan a pensar que la Champions está en el suelo, de ahí que nadie se explique este empeño en tirar también la Liga.