El préstamo con cita revive la Biblioteca

Patricia Vera
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La Biblioteca Pública del Estado vuelve a prestar materiales desde el pasado miércoles con un sistema de cita previa que ya el primer día fue utilizado por una veintena de usuarios

Un usuario es atendido en la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real. - Foto: Pablo Lorente

La biblioteca está volviendo a la vida poco a poco después de casi tres meses cerrada a causa de la COVID-19. Los usuarios han demostrado gran interés y ya el primer día solicitaron «más de 20 lotes de préstamo», con diferentes materiales en su interior, comenta el director de la Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real, Javier Alonso. Para conseguir esos materiales tuvieron que rellenar un formulario online y acordar la cita para la recogida. El jueves, día festivo, también registraron «bastantes peticiones», asegura Alonso, que se muestra satisfecho con la acogida en estos primeros días y que está convencido de que la próxima semana acogerán «un mayor flujo de usuarios», según se vaya dando a conocer que la biblioteca vuelve a prestar sus servicios.

Los primeros días el perfil de los usuarios ha sido muy heterogéneo, señala Alonso, que sí comenta que los mayores aún no se han incorporado al préstamo de manera generalizada porque han primado las redes sociales en la difusión y la tecnología en línea para la solicitud de préstamo. Actualmente, hay dos maneras de solicitar materiales, en un sistema que se ha bautizado como Pide & Recoge. La principal es rellenar el formulario que aparece en la web, en el que hay que aportar nombre, número de tarjeta de usuario y número de teléfono, así como los materiales solicitados. Una vez localizados y organizados en un lote, el personal de la biblioteca contacta con el usuario para confirmar la disponibilidad y acordar en qué momento puede recogerlo presencialmente. La otra es hacer este mismo procedimiento pero por teléfono, en el 926 27 92 15.

Para la devolución, no obstante, no es necesario cita previa. El buzón exterior está cerrado, indica Alonso, y en el interior de la biblioteca han instalado tres cajas (una para libros, otra para DVD y otra para revistas) que son precintadas sin tocar y puestas en cuarentena durante 14 días. «Son cuatro o cinco sería suficiente, pero nosotros seguimos indicaciones del Ministerio y las dejamos 14 días», comenta. Es importante reseñar que el plazo máximo de devolución se ha ampliado a dos meses, aunque la cantidad de materiales prestados no varía respecto a la establecida antes del confinamiento.

Para usar las salas habrá que esperar. «Estamos en la fase uno de funcionamiento interno de bibliotecas» y se irán sumando servicios según avance la desescalada hacia la nueva normalidad. En dos semanas prevén «abrir todo menos las actividades pero con un aforo reducido» que, según sus cálculos, se quedaría en «una silla por mesa». «Si finalmente fijan la distancia social en un metro y medio, en las mesas más grandes podríamos tener dos personas en los extremos», afirma, sin asegurar nada, pero consciente de la importancia que tienen estos detalles para las personas que utilizan estas instalaciones para estudiar.