La normalidad también llega al agua

Eduardo Gómez
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Los nadadores federados han retomado los entrenamientos, aunque el calendario de competición permanece cancelado

Los nadadores federados han retomado los entrenamientos. - Foto: Pablo Lorente

La natación es uno de los deportes que más tiempo ha tardado en recuperar una cierta normalidad. Tras más de tres meses sin tirarse a una piscina, los nadadores van recuperando sus rutinas, aunque el calendario de competición, hasta el momento, sigue cancelado.

En el caso de Ciudad Real, los nadadores federados de los dos clubes de la capital, Ciudad Real y Alarcos, han retomado desde esta semana su actividad, pero bajo un estricto protocolo y fuertes normas de seguridad. Así, a la entrada de la piscina de verano del Polideportivo Juan Carlos I, que de momento sólo pueden usar ellos, se les toma la temperatura y datos personales. Deben desinfectarse el calzado, lavarse las manos y no pueden usar los vestuarios. 

Además, el césped está parcelado para garantizar la distancia de seguridad y no pueden compartir el material. En cada calle debe haber un máximo de ocho nadadores, medidas a veces incómodas, pero que todos dan por buenas con tal de volver a disfrutar de su gran pasión. 

Durante la cuarentena los nadadores han trabajado el aspecto físico, la fuerza y la resistencia, pero el  entrenamiento ya en el agua es totalmente diferente y se nota en sus sonrisas.

La vuelta a los entrenamientos, eso sí, está siendo progresiva para evitar lesiones, cuidando mucho los hombros y con ritmos suaves.

«Ha sido duro volver porque ha sido mucho tiempo sin poder hacer nada», confiesa Francisco José Velasco,  nadador del CN Ciudad Real. «Lo importante ahora es que ya podemos venir a nadar y, aunque no haya competiciones, siempre encontramos motivaciones».

Al otro lado de la piscina, Sergio Ballesteros, del CN Alarcos, confiesa que «nos daba envidia que otros deportes podían empezar y nosotros no» e intenta ver el lado positivo de la actual situación: «Ahora tenemos más tiempo para trabajar la técnica».

Fuera del agua, la cordobesa Ana María Ruiz, entrenadora del Club Natación Ciudad Real, tiene estos días a sus órdenes 62 nadadores de distintas edades. En el CN Alarcos, Patricia Pérez y Pau Beltrán ejercen esta labor con sus más de 70 pupilos. Han tenido que distribuir a los nadadores en grupos, de tal forma que mientras unos nadan, otros pueden hacer un trabajo más físico desde el césped. 

«Todos tenían muchas ganas de empezar», admite Ruiz, que tras los primeros días asegura que ya van normalizando las nuevas medidas de seguridad.

«Lo importante ha sido poder volver. La natación requiere de mucho tiempo y, aunque no haya competiciones, o empezamos ya a prepararnos para el año que viene o llegaremos tarde. En este deporte los buenos resultados son fruto de muchos años de trabajo y mucha adaptación al agua. Todas esas sensaciones que hemos perdido va a llevar mucho tiempo recuperarlas», explica Patricia Pérez.

Mientras, en el agua, los nadadores ciudadrealeños vuelven a darlo todo en series y largos infinitos, sin importar la temperatura del agua ni el cansancio. «Peor era no poder hacer nada», argumentan.