Los autónomos declaran más ingresos que antes de la crisis

I.Ballestero
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El aumento del consumo eleva los ingresos de Hacienda por la declaración de este tributo por encima de los 141 millones de euros, un 43% más que antes de la crisis

Una trabajadora de un pequeño comercio de Ciudad Real - Foto: Tomás Fernández de Moya

El repunte del consumo y la atracción que para muchos ha supuesto el empleo por cuenta propia como ventana laboral para suplir las puertas que cerraba la recesión económica han elevado los ingresos de laAgencia Tributaria a cuenta de las declaraciones de los autónomos del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), cuya recaudación superó el año pasado los 141,13 millones de euros. La cifra rompe con el amago de desaceleración que supuso para la actividad de los autónomos el ejercicio 2017, en el que se cortó la tendencia al alza iniciada en los últimos años de la crisis, y obedece principalmente a dos factores: el primero, el incremento de la actividad;y el segundo, la subida en el número de declarantes como consecuencia del trasvase paulatino de trabajadores por cuenta propia al Régimen General de trabajadores autónomos. 

Cada uno de los emprendedores ciudadrealeños que declaró el IVAel año pasado dentro del Régimen General pagó más de 4.000 euros al Estado por el Impuesto sobre el Valor Añadido, según las cifras de la Agencia Tributaria a las que ha tenido acceso La Tribuna. En concreto, el montante del IVA declarado por los autónomos dentro de este régimen fue de 141.136.000 euros, más de 21 millones de euros más que en el ejercicio 2017, lo que supone un aumento del 18 por ciento. Además, también hubo más autónomos que declararon a Hacienda por el Régimen General, un total de 34.811. El incremento corta de raíz los síntomas de desaceleración que empezaron a vislumbrarse en el año 2017, cuando se produjo un leve retroceso en el número de declarantes, 34.247, con respecto al ejercicio anterior (34.329)que se vio acompañada por una fuerte caída en los ingresos, que pasaron de los 142,94 millones de euros de 2016 a los poco más de 119,25 millones del año 2017. Esa posibilidad de desaceleración en la actividad, que sumaba entonces tres ejercicios al alza con la llegada de la recuperación, se esfumó el año pasado, con un incremento notable de la recaudación.

Las cifras están por encima también de los registros que fueron antes de la crisis, aunque por entonces el número de autónomos declarantes del IVA a Hacienda era menor. En el año 2007, el previo a los primeros síntomas de la recesión, el número de declarantes, tras dos años consecutivos al alza, llegó a los 31.292, pero la recaudación por las declaraciones se quedó en 98,14 millones de euros. El ‘frenazo’ se produjo en seco un año después, cuando a un descenso moderado en el número de declarantes acompañó una caída en la recaudación de más de 43 millones de euros, dejándola en 54,76. Desde entonces, la recaudación ha experimentado subidas y bajadas pero marcó un valle pronunciado entre los años 2012 y 2014, probablemente los más duros de la crisis, llegando a descender hasta los 82 millones de euros pese a superar los 32.000 declarantes. 

Las dificultades de los autónomos para mantener el nivel de actividad de sus negocios se aprecia mejor cuando se individualiza el pago medio a Hacienda por su facturación. Antes de la llegada de la crisis, cada autónomo pagaba de media al fisco alrededor de 2.000 euros por el IVA, y en el año 2008 se produjo el primer aviso, descendiendo hasta los 1.800 euros. En los años 2009, 2010 y 2011 el nivel de pagos se mantuvo alto, aunque con una trampa: fueron años en los que Hacienda ajustó el porcentaje para muchas actividades (también en 2012) por lo que el pago de los autónomos sufrió repuntes independientemente de su actividad. Normalizadas estas subidas, en los años 2013 y 2014 volvieron a situarse en el entorno de los 2.500 euros por cada declarante al Régimen General. El año pasado, cada declarante pagó una media de 4.054 euros por el IVA a la Agencia Tributaria, por encima de los 3.482 del ejercicio anterior. «Sí, ha habido un incremento en la actividad y también un incremento en el número de declarantes, porque la cifra de autónomos en la región se ha mantenido estable e incluso ha repuntado por momentos, por eso la recaudación es mayor», reconoció José Luis Perea, portavoz de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA)en Castilla-La Mancha. «Hay que admitir que se ha incrementado la actividad, porque en el pasado muchas subidas se debieron a la subida del IVA», finalizó. 

Ata reconoce que se dan las mejores condiciones para ser autónomo

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es sin duda el mejor termómetro para medir el consumo y el repunte de la actividad, en la actualidad uno de los factores que se dan para que las condiciones de los autónomos pasen «por un buen momento», según asegura el portavoz de ATAen Castilla-La Mancha, José Luis Perea, que llega a reconocer que quizá se den «las mejores condiciones» para serlo en la actualidad, «aunque aún tenemos problemas que debemos abordar».

Esa mejora en las condiciones es palpable para aquellos que quieran apuntarse al empleo por cuenta propia en la actualidad. «Se ha subido la tarifa plana de los 50 a los 60 euros pero se ha ampliado a un año, por lo que quien empieza sabe que en el comienzo, cuando es más difícil, no va a tener que pagar los 283 euros de la base mínima, sino 60 euros durante los primeros doce meses», explica Perea.

También se dan buenas condiciones para aquellos que ya están. «Tenemos en el ámbito de la Seguridad Social mejores prestaciones. Desde el 1 de enero, quien cotiza por la base mínima sabe que pagando 5 euros más tiene derecho a cobertura por accidentes de trabajo y enfermedad profesional desde el primer día, a la prestación por cese de negocio el doble de tiempo y hay más acceso a la formación», detalla. Además, «el autónomo que tiene una enfermedad profesional, un accidente grave o una enfermedad común grave a partir del segundo mes deja de pagar la cuota a la Seguridad Social, la paga la mutua», además de poder desgravar diferentes gastos y de reducirse los recargos en el primer mes de retraso en el pago, de un 20 a un 10 por ciento. «Hay problemas que solucionar, sobre todo para los autónomos del comercio, pero las condiciones de ahora son las más óptimas», finaliza.