El Balonmano Caserío Ciudad Real disputa este sábado (18.30 horas) su último partido del año 2019 en el Quijote Arena. El conjunto que entrena Santi Urdiales recibe al Melilla Virgen de la Victoria con el ánimo de sumar dos nuevos puntos que le permitan mantenerse en la zona de privilegio de este Grupo F de Primera Estatal y mantener intactas sus opciones de entrar en la fase de ascenso a la División de Honor Plata.
Sin embargo, y más allá de lo meramente deportivo, desde el club se ha organizado una iniciativa solidaria en favor de la ONG Misión Humanitaria. Así, la entrada será gratuita para todos aquellos aficionados que lleven un peluche al partido y que después serán entregados a los responsables de esta ONG, que a través de la Misión Marfil del Ejército del Aire los hará llegar a Senegal, junto a equipaciones deportivas.
Asimismo, y como aperitivo al partido de Primera Estatal, habrá partidos de benjamines entre equipos de los colegios Santo Tomás, Dulcinea del Toboso, Prado Marianistas y Pío XII.
De esta forma, todos estos encuentros integrarán el cartel del Torneo de Navidad ONG Misión Humanitaria.
Esta iniciativa ha sido presentada esta tarde en el Rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha, uno de los patrocinadores del club.
Antonio Caba y José Antonio Morales, en representación respectivamente del Balonmano Caserío y de la ONG Misión Humanitaria, agradecieron su colaboración, un mensaje que hizo extensivo el técnico de la primera plantilla, Santi Urdiales.
«Estamos muy orgullosos de colaborar con gente que trabaja para los más necesitados, así que invitamos a todo el mundo que le guste el balonmano a que participe», explicó el santanderino.
Jugadores, técnicos y directivos del Caserío aportarán también su granito de arena, tal y como recordó Álex Abad, capitán del equipo. «Estamos encantados de llevar a cabo esta iniciativa que engrandece aún más al club. Los deportistas debemos dar ejemplo con estas acciones, que nos hacen ser mejores personas y que de alguna manera están en los genes del Caserío», que agradeció también la colaboración de la Universidad de Castilla-La Mancha.