La primera ola de calor del verano ha quedado atrás. La provincia de Ciudad Real abandona hoy el aviso amarillo por altas temperaturas del mapa de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y espera para el inicio de la semana temperaturas más suaves en las máximas pero igual de elevadas en las mínimas, que seguirán poblando de noches tropicales la primera semana del mes de julio. Esta primera ola de calor del estío ha dejado atrás pocas incidencias en la provincia de Ciudad Real, pero sí que ha tenido reflejo en los termómetros y en los registros sobre máximas temperaturas.

En la capital, el año 2019 y su primera ola de calor han elevado el listón de la máxima temperatura para un mes de junio desde al menos 1920, con los 42,7 grados alcanzados el pasado viernes, el día de más calor. Antes, el jueves, se habían alcanzado los 39,5 grados de máxima en la capital, y el sábado el termómetro llegó a subir hasta los 40,8 grados. Ayer alcanzó la máxima a las siete de la tarde, con 37,9 grados en lo que fue el primer aviso de la caída de las máximas, una caída relativa que mantendrá los termómetros en el entorno de los 38 grados durante toda la semana.

Por fortuna, la ola de calor se ha saldado en la provincia sin incidencias reseñables, sobre todo teniendo en cuenta las noticias que han llegado estos días, y siguen llegando, desde Toledo por la presencia de un fuego que en el día de ayer seguía sin control. Eso sí, dos localidades ciudadrealeñas han copado titulares regionales en medio de la canícula. El pasado jueves, la máxima de toda la región se dio el Alcázar de San Juan, con 40,4 grados de máxima, y el pasado sábado el termómetro con la temperatura más elevada en toda Castilla-La Mancha se paró en Puebla de Don Rodrigo, donde se alcanzaron los 42,8 grados.