No habían transcurrido ni 15 minutos de ser investida alcaldesa de Ciudad Real con los votos del PSOE y Ciudadanos, cuando la socialista Pilar Zamora estaba llamando a la «serenidad» y justificando un acuerdo de Gobierno conjunto que permitirá a Eva María Masías tomar el bastón de mando de la ciudad durante los dos últimos años de legislatura con tres concejales, amén del pacto regional entre sendos partidos. «Quiero mandar un mensaje de serenidad, es un gobierno estable, con una estructura y un proyecto a cuatro años, en el que estarán las mismas personas que lo inicien y en las mismas áreas que inicien, sólo cambia la figura de la alcaldesa», terminó diciendo a los periodistas como pronóstico de una legislatura inusual, en la que no habrá «disputa por las concejalías» y como culminación de un pleno extraordinario marcado por la rigidez y sin atisbo de la alegría que se vivió hace cuatro años en los grupos de izquierdas 

Tras el desarrollo de una sesión que siguió punto por punto el guión, la recién elegida alcaldesa de la capital, vestida de negro y muy seria durante el transcurso del acto, prometió su cargo, sujetó con la punta de los dedos de sus manos el bastón de mando de la ciudad, sonrió a los presentes y esbozó varios «gracias», justo antes de dirigirse a la ciudadanía primero para agradecer «tanto apoyo recibido» y después para materializar el acuerdo alcanzado con Ciudadanos para la capital, «con el único objetivo de que Ciudad Real progrese y haya más empleo y riqueza».

Juraron y prometieron los 25 concejales y se pasó al turno de las votaciones. Pilar Zamora recibió los diez votos de su partido, a los que sumaron los tres votos de Cs suficientes para conseguir la mayoría, mientras que el candidato del Partido Popular, Francisco Cañizares, logró los nueve votos de su formación. Los dos concejales de Unidas Podemos votaron a Nieves Peinado, candidata de la coalición de izquierdas, y el concejal de Vox, José Antonio Ruiz-Valdepeñas, se votó a sí mismo.

Zamora inicia un mandato compartido, "estable y de progreso" - Foto: Rueda Villaverdeotros tiempos. Los tiempos políticos han cambiado «y comienza una etapa de tiempos distintos» porque la ciudadanía «ha decidido con su voto que así sea» para avanzar hacia el «consenso con acuerdos y diálogo», empezaba la nueva regidora su discurso de investidura. «Hemos conjugado con toda la responsabilidad los programas de actuación de las dos fuerzas políticas, de manera que las personas sigan siendo la prioridad a lo largo de toda la acción de Gobierno». Un pacto que obedece, según la alcaldesa de Ciudad Real, a la necesidad de «impedir que otros partidos de extrema derecha» llegaran al Ejecutivo local «para acabar con todo lo que hemos hecho en igualdad, discapacidad y la lucha que hemos llevado a cabo».

Esta nueva legislatura política exige, añadió la reelegida alcaldesa, «diálogo y puestas en común de esfuerzos y proyectos para el progreso». Abogó, además, por seguir «contando con todos» para seguir haciendo ciudad, favoreciendo la participación en la vida pública y trabajando por conseguir que el bienestar llegue a todas las familias que más lo necesiten.

En su discurso, Zamora esbozó las líneas maestras de su programa de Gobierno en los próximos dos años consensuadas con Ciudadanos en cada una de las áreas de gestión, para lo que aseguró que seguirá trabajando para que el Consistorio no pierda «un ápice» su eficacia en la gestión económica. Se refirió, en este sentido, a las políticas que desarrollará el Ejecutivo municipal en materia de empleo y emprendimiento para seguir construyendo una «ciudad moderna, cómoda, atractiva y respetuosa con las personas y el medioambiente». 

Constitución del ayuntamiento de ciudad real,, toma de posesion de la nueva coporación municipal de ciudad real, Pilar Zamora toma posesion como alcaldesa con Eva MarÁ­a MasÁ­as de Ciudadanos, elecciones municipales - Foto: Rueda VillaverdeAnunció también que «se rebajará la carga impositiva» con la bajada del tipo impositivo del IBI al 0,78% en la legislatura de forma progresiva, para concluir el pleno de investidura diciendo que su compromiso «se llama Ciudad Real». «Ni nos mueve ni nos debe mover otro interés que no sea el de hacerla grande».

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