La eurodiputada socialista Cristina Maestre sabe que las instituciones europeas siempre han dado la razón a Castilla-La Mancha en sus quejas por el Tajo. «En muchas ocasiones van por delante porque tienen clara sensibilización con cuidado de los cauces, los hábitats, el estado del agua y de los ríos», ha expuesto esta mañana. También ha recordado que con el dinero de los europeos se pagaron unas desaladoras al Levante para dar una alternativa que no hay en Castilla-La Mancha. «En el Levante tienen un mar inmenso», apunta.

Pero Maestre también sabe que hay determinadas exigencias medioambientales que hace Bruselas que a España le cuesta cumplir. Por eso avisa de que su partido va a registrar en las Cortes regionales antes de que termine el mes, es decir en cuanto reabran, un texto en el que se pida la unidad de los partidos políticos por el Tajo.

Esta propuesta llega un día después de que trascendiera que el PP a nivel nacional llevará una proposición al Congreso para que los Municipios Ribereños no entren en la Comisión de Explotación del Acueducto, una proposición que se conoció una semana después de que la ministra para la Transición Ecológica se comprometiera ante Page a meterlos en este órgano que decide sobre los trasvases.

Maestre no entiende las críticas a que los Ribereños estén en la Comisión. «Es de sentido común que quienes sufren las carencias que hay en Entrepeñas y Buendía, formen parte de un mecanismo de decisión que les perjudica de forma sistemática», planteó. Por eso pide al PP que no siga a Génova. «Tienen que decir que hasta aquí hemos llegado», insistió.

La eurodiputada animó, por tanto, al PP de Castilla-La Mancha que se sume con el PSOE a hacer un «bloque territorial, regionalista» en defensa del agua. Añade que hay que aprovechar que el Gobierno de España «dice que no se puede someter al estrés hídrico que se está sometiendo al río». Por eso ya habla de que «estamos en un tiempo de esperanza».