«Inquietud» es el término que comparten los sindicatos, los padres y algunos directores de centro cuando se les pregunta por el próximo curso. A tres meses para su comienzo hay mucha incertidumbre y toda la comunidad educativa demanda seguridad para que la vuelta a las aulas no conlleve un nuevo aislamiento. De hecho, hasta la fecha, solo se saben tres claves del próximo curso, tras un encuentro mantenido entre la Consejería de Educación y directores de centros de toda la región, como que habrá clases presenciales, aunque se desconoce el ratio de estudiantes por aula o si será un sistema rotativo de alumnos entre clases presenciales y virtuales; mientras, los centros educativos demandaron que se unifiquen las plataformas virtuales para emplear todas las mismas, más profesores o mejoras de las plataformas propias de la Junta, como Delfos y Papas, la entrada y salida escalonada de alumnos, evitar trasiegos de alumnos por el centro a través de emplear el mismo aula o dos recreos en vez de uno.
«Estamos sujetos a las indicaciones que da Sanidad y es lo que va a determinar lo que dictamine la Consejería de Educación para el próximo curso», comentó el director del IES Santa María de Alarcos, Julio Gómez, uno de los profesores que participó en ese encuentro con la consejería. «Yo al inicio del curso le pido garantías de seguridad personal para toda la comunidad educativa», explicó el director, quien señaló la importancia del trabajo telemático en este final de curso y las posibilidades que abre de compaginar lo presencial y lo virtual, siempre con apoyos técnicos y de más personal. El director destacó que en este tiempo se ha respondido «bastante bien» ante la incertidumbre con la que se cerraron los centros.
«No es sustituible la formación online por la presencial», expuso la secretaria de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) Alfonso X, Toñi Portillo. La idea es que el regreso a las aulas ocurra siempre que se den las garantías de precaución y prevención necesaria para prevenir rebrotes «tanto para los niños como los profesores, ya que los padres no vamos a poder acceder a los centros». Un segundo aspecto es cómo se garantiza la seguridad, ya que si los niños necesitan mascarilla, «quién va a abastecer a las familias, porque es una inversión considerable al mes». Las mismas preguntas ocurren ante aspectos como el gel. Desde FAPA apuntaron que hay aspectos de este final de curso que no deberían repetirse, ya que ha habido niños que «no disponen de medios ni recursos digitales». En este sentido apuntaron a familias en las que un único móvil se ha tenido que emplear para realizar tareas. «Si la educación se lleva al terreno digital, en la medida de los posible, es necesario que todos estén cubiertos al 100%».
Sindicatos. Por parte de los profesores, los sindicatos plantean, sobre todo, la necesidad de planificar lo que la celeridad del cierre de centros se hizo de forma rápida, como el teletrabajo o el método de contacto con los estudiantes, además de reclamar más profesores ante la posibilidad de que no regresen las clases presenciales. Además, hay otras propuestas como que se realicen test para todos, como en el caso de ANPE. Su presidenta provincial, Mónica Sánchez de la Nieta, pide test «para los profesores, los alumnos y para el personal laboral de los centros, ya que recogerán a muchos alumnos y puede ser un foco peligroso». Se trata de saber si hay personas que han pasado el coronavirus y conocer los asintomáticos porque hay espacios en los centros «donde va a ser difícil cumplir la distancia de seguridad». Además, ANPE reclama una desinfección de los centros al inicio del curso.
Mientras, desde el sindicato CSIF apuntaron la necesidad de «dotar a los centros y a los profesores de medios informáticos para desarrollar su labor, dar cursos a los docentes para manejar los recursos informáticos y, por supuesto, que primen las condiciones de higiene, porque ha costado mucho llegar hasta aquí para dar un paso atrás», indicó el presidente regional de Educación del sindicato, José Antonio Ranz. Recuerda que hay dudas sobre qué se hace con la otra mitad de alumnos que no está en clase y no basta solo con contratar profesores, puesto que ya hay bolsas en Castilla-La Mancha agotadas, «y hubo problemas el año pasado para encontrar profesores» en materias como matemáticas o física.
Por su parte, el secretario general de CCOO Enseñanza, Antonio Gómez, señaló las dificultades que conlleva mantener el distanciamiento social en ciertas edades como en los cursos de infantil. Recordó que es necesario que se regulen los cambios que han ocurrido en este final de curso como el teletrabajo y la labor de las familias. «Si el próximo curso hubiera que emplearse la formación online tendrían que ponerse las herramientas necesarias para que hubiera clases mediante videoconferencias», señaló Gómez, quien apuntó que no se trata solo de medios para los profesores, sino también para las familias. Desde CCOO recordaron que hay aspectos que se pueden recuperar como las ratios o los contratos que había antes de los recortes de la anterior legislatura. «Lo que queremos es que se sienten con nosotros y que nuestras respuestas sean escuchadas»
Más allá de los aspectos globales, CSIF, ANPE y CCOO recuerdan que hay ciertos centros que cuentan con clases con menos de 15 alumnos. En la propia capital hay colegios que hace años tenían dos líneas y ahora cuentan con solo una. Por este motivo, todos los sindicatos apuntaron a la necesidad de estudiar caso a caso y que, de volver a las aulas, se analicen todas situaciones. «Hay centros que son muy antiguos, con aulas más pequeñas y ese distanciamiento es imposible», señaló el responsable de CCOO.