Desde ayer lunes están también abiertos, aunque con muchas restricciones, los centros de alto rendimiento. Esta medida, de momento, no afecta a los taekwondistas de Miguelturra Natalia Ruedas y Mario Pérez, que no pueden regresar a Barcelona, ya que el CAR de Sant Cugat está abierto solamente a un tercio de su capacidad, priorizando las disciplinas acuáticas. De 300 deportistas que residen y entrenan allí habitualmente, sólo se ha incorporado un centenar y únicamente podrán entrenarse durante dos horas y media. La instalación funcionará bajo mínimos, sin servicio de residencia ni de comedor ni de vestuarios. «Hace dos días tuvimos videollamadas individuales con los entrenadores y, en principio, hasta septiembre quizá no volvamos a ir allí a entrenar», comentó Pérez.