¿Cómo surge la idea de recopilar las columnas publicadas en 'La Tribuna'?

Llevo escribiendo en La Tribuna desde 2005 y un grupo de amigos, que son lectores fieles, me decían: «Qué pena, por qué no recopilas los artículos y haces un libro». No me animaba, pero de tanto decírmelo acabé haciéndolo. Hablé con la editorial Huerga y Fierro para ver qué les parecía la idea y me dijeron que lo veían magnífico. Hice una selección, que costó bastante porque hay cientos de artículos, desde 2005 escribo todas las semanas, pero decidí cortar en 2013 y llegar hasta principios de este año, el último que elegí.

¿Cómo se elige un artículo entre tantos?

Hay veces que algunos artículos estaban repetidos en cuanto a la temática y elegí el que más me gustaba. He seleccionado también artículos de varios años, aunque luego están mezclados, no hay diferencia en el libro por año de publicación. Además, intenté que hubiera una variedad de temas y cogí esas historias, que son reales, aunque con un toque de imaginación. Intenté coger los que pensé que podían llegar a la gente por ser temas que podemos compartir todos en un momento dado, como el Alzheimer, la soledad o la ternura, y que la gente se sintiera más identificados con ellos. 

¿Qué supone pasar de la poesía, con sus cuatro libros anteriores, al género periodístico?

Es un cambio total de registro, también porque al ya estar publicados en un medio, en La Tribuna, algunos también en Diario16, no llegan de nuevas. Es cierto que al recogerlos en un libro la proyección es más grande y estoy ilusionada. Además es una edición bonita, con una portada realizada por Suso33 y un prólogo de Ignacio Amestoy, que es un periodista y dramaturgo de gran prestigio. Estoy contenta de tener estos compañeros de viaje en este proyecto. 

¿Qué se siente al leer de una vez esos artículos escritos a lo largo de tanto tiempo?

Algunos artículos, como están escritos desde hace tanto tiempo, ni los recordaba. La sensación ha sido muy interesante porque implica volver atrás con muchas historias y muchas sensaciones que en cierto modo se habían quedado en ese pasado y en ese momento. Algunas historias están basadas en la actualidad, como el atentado de Manchester y hay otras historias que me han contado. Recuerdo uno de los artículos que se titula 'Más que un café', que es una historia real porque al lado de mi trabajo, en Madrid, hay un supermercado donde vivía un indigente. Hay un barecito pequeño al lado y ese indigente tomaba un café cada mañana porque hubo una persona que durante cuatro meses le pagó un café y un churro de desayuno. Fue un trato que hizo con el camarero y este indigente nunca supo quién le pagaba el desayuno. El volver a releer todo esto te hace revivir muchas historias que he visto 'Desde mi ventana'. 

¿Este libro implica dejar la poesía a un lado?

Me planteé si publicaba este libro o un nuevo poemario porque podía. Tengo que corregir y pulir un poco, pero ya podría publicarlo. De momento, vamos a disfrutar de éste y cuando pase un tiempo y hagamos la promoción, ya me plantearé si podemos sacar otro poemario.

¿Qué aporta la columna, un género periodístico, a la literatura?

El periodismo y la literatura tienen ciertas coincidencias, aunque no es lo mismo escribir un suceso o una noticia pura y dura. En mi caso concreto, donde sí que creo que se mezcla la literatura y el periodismo, es en que cojo la actualidad como base desde otra perspectiva, desde esa ventana.