Los 68 senderos azules repartidos por todo el litoral español, rutas que enlazan o parten de playas, puertos o centros de interpretación con Bandera Azul, cobran más valor este verano de coronavirus, por ser una alternativa «mucho más tranquila y alejada del bullicio», frente a la oferta tradicional turística de sol.

Este verano, las vías con este distintivo -diseminadas a lo largo de 66 municipios, 19 provincias y 10 comunidades de España- ayudarán a poner en valor espacios de interés natural, cultural y patrimonial cercanos al litoral, que cada año -desde 2011- concede la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor(Adeac), con el apoyo de la Fundación Biodiversidad.

Entre estos paseos se pueden encontrar desde antiguos caminos de ronda hasta senderos litorales transitados durante siglos, explica Juan Párbole responsable de Sendero Azul de Adeac, quien, este año y tras la pandemia, recomienda más que nunca recorrer estas calzadas por la «tranquilidad y soledad» que destilan al pasear.

«Todavía persisten dudas y temor ante la evolución del coronavirus los próximos meses, por lo que todo lo que sea perderse con tu gente y en ambientes exteriores es siempre positivo», detalla, para señalar que el perfil mayoritario del usuario de estas sendas sostenibles suele ser el de un «varón, de edad avanzada, al que le gusta caminar solo o en compañía de otros amigos».

En este verano de pandemia, Párbole hace especial hincapié en concienciar a los veraneantes sobre los residuos cada vez más numerosos en senderos y sobre todo en las playas: «hace años el más común eran los plásticos, después fueron las colillas y ahora las mascarillas», por lo que apela a la responsabilidad de todos para mantener limpios los espacios.

Los criterios que rigen para la concesión del galardón azul se centran en tres ejes principales: recuperación y protección del medio natural y de sus recursos naturales, culturales y patrimoniales; servicios e infraestructuras en los senderos e interpretación, educación ambiental y hábitos de vida saludable.

En 2020, Andalucía, Asturias, Baleares, Cantabria, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y Murcia han continuado realizando grandes esfuerzos para recuperar estos senderos, y como novedad este año destacan las localidades de Castrillón (Asturias), Sant Llorençs des Cardassar (Islas Baleares), Cartaya (Huelva), Foz (Lugo) y Moaña (La Coruña) con un nuevo Sendero Azul.

De entre todas las comunidades autónomas sobresalen Galicia y la Comunidad Valenciana por ser las que más distinciones suman, con 24 y 17 respectivamente.

El responsable de Adeac detalla que, cuando en el mismo municipio más de una ruta es reconocida con el galardón de sendero azul pasan conjuntamente a formar una «red de senderos municipales», como es el caso de Vigo, Marín, Sanxenxo, Alicante y Cartagena.

Además, Párbole defiende que cada uno de los caminos tiene su «propia particularidad», y así explica como el Cabo de las Huertas (Alicante) es muy concurrido, desde hace años, por los lugareños que van a pasear allí en las calurosas noches alicantinas del verano.

Mientras que el del Puerto de Tazacorte-El Time en La Palma (Canarias) es reconocido entre los visitantes por su «dificultad» en alguno de los tramos, apunta el responsable de Adeac; en el otro extremo, se encuentra la Pasarela Peatonal de la Playa Norte de Gandía, una de las rutas más fáciles.

Mención aparte merece Extremadura, la única comunidad con el primer distintivo de Sendero Azul de agua dulce, una vía singular en el municipio de Orellana la Vieja (Badajoz), en la que se entremezclan los parajes ribereños y de sierra con la presencia de aves como el águila real, águila pescadora y el buitre leonado.

Para tener una visión detallada de la red de Senderos Azules se pueden consultar todos los datos en www.senderosazules.org