"Perdí los papeles, esa persona no era yo"

Pilar Muñoz
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El procesado por intentar matar al amante de su mujer y supuesto padre de su hijo pequeño pide perdón en la última sesión del juicio. La fiscal considera acreditada la tentativa de homicidio tras refutar el alegato de la acusación particular

"Perdí los papeles, esa persona no era yo" - Foto: Pablo Lorente


"Perdí los papeles. Esa persona no era yo", ha declarado en el uso al derecho a la última palabra José Antonio G. S., el hombre procesado por intentar matar al amante de su mujer, al que también se le atribuye la paternidad de su hijo pequeño. Los hechos que han quedado vistos para sentencia ocurrieron en marzo de 2018, en Malagón, en la vivienda del agredido. Su abogada, Amparo Navarro, ha mantenido la calificación de tentativa de asesinato, un delito de lesiones en la persona de la madre de la víctima y otro de allanamiento de morada. En total pide una condena de 15 años de cárcel. 

La fiscal del caso ha rebatido con sólidos argumentos estas acusaciones fundamentalmente en base a  los informes de los médicos forenses. La fiscal considera acreditado el delito de  homicidio intentado por el uso de un arma (una navaja) y ha mantenido la petición de cuatro años de cárcel tras considera los atenuantes de arrebato y reparación del daño. Según el Ministerio Fiscal, la grabación de la cámara existente en la casa del agredido refleja que "no hubo dos frases", sino una situación tensa por parte de esta persona, a quien su propia madre y la que había sido su amante intentaron calmar, "controlarle". El procesado se acaloró, sacó la navaja que llevaba por haber estado trabajando en el campo y le asestó cuatro cuchilladas, una en el cuello, otra en la cabeza y dos defensivas en el antebrazo y una mano. 


El abogado Ángel María Rico pide una sentencia justa para el acusado de intentar matar al amante de su mujer, al que se le atribuye la paternidad de su hijo pequeño. En su alegato ha subrayado que se ha juzgado a un "buen hombre" que "cometió un hecho que nunca quiso cometer", que tiene que pagar, pero dentro de los marcos que establece la legislación. 
José Antonio G. S., de 41 años, "no es un hombre de bares y por eso seguramente fue el último enterarse de que su mujer le engañaba", ha señalado el letrado que le defiende tras recalcar que su vida "se derrumbó" al enterarse de la infidelidad, pero sobre todo al ponerse en duda su paternidad. "No era dueño del control de sus actos" cuando fue con su mujer a la vivienda del amante y, según la defensa, tras unas palabras gruesas por parte éste, sacó una navaja y le asestó un corte en el cuello, en una zona vital, pero por fortuna sin graves consecuencias. 

El letrado sostiene que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones con las circunstancias atenuantes de "arrebato" y "reparación del daño", puesto que ha consignado parte de la indemnización que más tarde recogió el Ministerio Público en su escrito de acusación.