Mucho más que una obra de peatonalización

Hilario L. Muñoz
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La reforma de las calles Toledo y Calatrava trae adoquines de materiales reciclados que atrapan los gases contaminantes y un sistema de drenaje sostenible nunca antes utilizados en la capital

Mucho más que una obra de peatonalización - Foto: Tomás Fernández de Moya

Una de las obras más relevantes que se realizan este año en la capital es la peatonalización de las calles Toledo, Calatrava, Feria y Caballeros. Se trata de un proyecto de envergadura porque ampliará el centro peatonal de la capital pero también por una serie de características que hacen de este proyecto algo único debido a novedades medioambientales y sociales nunca introducidas en un proyecto público en Ciudad Real.  

La primera novedad es la introducción de un sistema urbano de drenaje sostenible (SUDS) y que hace referencia a un modo de entender las calles de una forma permeable. «Un 20 o un 25% de esta calle permitirá el drenaje del agua de lluvia», expuso el técnico del área de Movilidad Alberto Samper. La obra deja unos espacios por donde el agua se infiltra al terreno, lo que ayudará a la vegetación de la calle, y otra parte irá a la red de saneamiento, pero tiempo después de que haya pasado el tiempo de lluvia evitando posibles encharcamientos. Para eso se ha creado un espacio conformado por tres capas, colocando a 30 o 40 centímetros de la línea de suelo una supercelda que crea una capa de aire. Sobre ella se ubica un tejido que absorbe el agua sin dejar pasar los áridos y, finalmente, un adoquín de hormigón que tiene huecos para el drenado.

Habrá zonas SUDS en las calles Toledo y Calatrava, con dos zonas diferentes: una parte destinada a carga y descarga, en la que en los huecos del adoquín se ha plantado un césped especial que resiste pisadas y el tránsito de vehículos; y otra sin vegetación, con un material absorbente en esos huecos, para el acceso a las cocheras.

«Es un inicio y este tipo de proyectos podemos replicarlos en otras zonas de la ciudad», indicó la edil de Sostenibilidad, Mariana Boadella, quien recordó que el proyecto actúa ante problemas medioambientales como el agua o el cambio climático mediante novedades urbanísticas.

Además, «toda la obra se plantea de forma sostenible», argumentaron desde el área de Sostenibilidad, y es que todo el adoquín empleado en la peatonalización es ecológico, realizado en un 30% con hormigón reciclado, y además realizado con una sustancia con capacidad fotolítica. «Tiene la capacidad de degradar los gases contaminantes con el efecto de la luz solar», de tal modo que se depositen como un polvo sin efectos nocivos y que con el barrido se eliminen esos gases.

«Esta es la línea que queremos trabajar», dijo Boadella, quien señala la intención de que la Sostenibilidad sea una política transversal, afectando a otras áreas como una forma «de entender y enfrentarnos a retos muy importantes que tenemos en la ciudad como es aprovechar el agua o el calor» y también teniendo en cuenta factores económicos, ya que Europa dará fondos para este tipo de proyectos.