José Mota sale solo de la ciudad en su coche camino de Montiel. Tiene que arreglar unos papeles tras la muerte de su padre y en la calle se encuentra con Carmen, una vecina que le recuerda de niño. Mira a su alrededor y le parece escuchar las voces que daba de chiquillo cuando jugaba o la algarabía de las fiestas. La próxima vez que vuelve a Montiel es con su familia y regresa ‘para siempre’. Esta es la historia tras el último anuncio de Eurocaja Rural con el actor y humorista castellano-manchego.

Hay más emoción que humor. Y no aparece mucho la entidad financiera, salvo cuando Mota sale de una sucursal y al final, cuando sale el lema de la campaña de Eurocaja Rural:‘Estuvimos. Estamos y estaremos’. Tampoco se promociona un producto financiero concreto, sino una filosofía, la de seguir en los pueblos pequeños. 

«He tenido la gran fortuna de que Eurocaja Rural vuelve a confiar en mí para una campaña tan emotiva, sincera y necesaria como esta», declaró esta mañana Mota tras la puesta de largo de la misma, compuesta por un vídeo de tres minutos y un spot más corto. Recordó que tuvo una infancia muy feliz y está convencido de que eso es algo que te acompaña toda la vida. «El niño que fui me sigue esperando en Montiel, me sigue esperando sentado en el escalón de la casa de mis padres, con el pantalón corto, me pasa cuentas de todo el camino que he recorrido en la vida, me regaña a veces, otras me abraza, a veces está más contento, a veces menos», explica.

Eurocaja Rural presume con Mota de seguir en los pueblos - Foto: Javier PozoEn el vídeo suenan las campanas cuando se agolpan los recuerdos de Mota y parece como si las estuviera tañendo su padre para comunicarse con él. El actor cuenta que fueron con un guion cerrado a grabar, pero que en el rodaje sonaron las campanas y se decidió incluirlas con este significado. Además aprovechó para dedicar unas palabras muy emotivas a sus padres: «Tengo la gran fortuna de que soy de las personas más ricas del mundo porque he tenido unos padres que me han dado una educación en valores y respeto que no lo cambio por nada». Además pidió un aplauso por los mayores, que tanto han sufrido esta pandemia: «Ninguna generación ha dado tanto habiendo recibido tan poco».

Mota señala que es un error dar la espalda a los pueblos y al lugar de origen de cada uno. «Lo que significan son el valor de las raíces y la identidad, lo que somos», declaró. Es más, destacó que precisamente si hay algo que le gusta de Madrid, aunque sea una ciudad, es que tiene «alma de gran pueblo» y que quizá eso hace que sea tan abierta.

Un rodaje entre Montiel y Orgaz

Mota lo rebautizó como ‘Morgaz’. El pueblo que sale en el nuevo spot de Eurocaja Rural es una mezcla entre Montiel en Ciudad Real y Orgaz en Toledo. Los planos aéreos y del campanario, gran protagonista de la historia, son de Montiel, patria chica de Mota. Las escenas rodadas en la calle y la plaza son de Orgaz (Toledo), un municipio con un centro histórico protegido, donde Eurocaja Rural tiene una sucursal remodelada.

«Estamos luchando contra la exclusión financiera» 

«Nos sobran los motivos para estar en nuestros pueblos». Lo recalcó esta mañana el director general de Eurocaja Rural, Víctor Manuel Martín, que dijo que ya es una «misión»de su entidad abrir oficinas y mantener las que ya tienen en zonas rurales, donde muchos municipios pueden verse privados de servicios financieros. «Estamos luchando contra la exclusión financiera, dando servicios donde los demás no quieren», señaló. Además contó que en algunos casos, si no fuera por Eurocaja Rural, se quedarían sin banca pueblos no tan pequeños, de 1.500 a 2.000 habitantes. 

«Nuestro motivo es permanecer, quedarnos, para seguir prestando un servicio cercano, con humanidad», expuso. Martín reconoció que la filosofía de Eurocaja contrasta con las noticias que se suceden en el sector financiero español de cierres de sucursales y despidos de empleados bancarios. 

Cuestiona si otras entidades han preguntado a estos clientes si quieren que les cierren su oficina más cercana o que les obliguen a operar con una máquina o con un contestador telefónico. Y añade que no solo ocurre en los pueblos, sino que también hay entidades que están abandonando algunos barrios de ciudades.