El Villarrubia CF no tuvo opciones en Badajoz y cayó derrotado de forma justa ante el líder de grupo. Los manchegos completaron un partido muy correcto en un campo tan complicado como el Nuevo Vivero y aunque no tuvieron ni una sola ocasión clara de gol en su haber cabe destacar que siempre fueron fieles a su estilo de juego y que nunca perdieron la compostura pese a la superioridad manifiesta del CD Badajoz.
El Badajoz no tardó apenas en hacerse con la posesión de la pelota y con ello establecer el ritmo de juego. Más que nada porque el Villarrubia en ese aspecto no le presentó batalla por completo, pues estableció su línea de presión sobre la pelota a la altura de la línea divisoria sin arriesgarse a ir más allá. Con todo los de Javier Sánchez no renunciaban a sacar la pelota jugada desde atrás y eso pese a que los pacenses sí apretaban hasta el fondo y muy coordinados. Tampoco después del minuto trece tras perderla muy cerca de su área para un saque de banda que sirvió para que marcara el Badajoz, tras bonita jugada colectiva y por mediación de Jesús Clemente con asistencia de Gorka Santamaría.
La superioridad extremeña era mucha y eso ante un Villarrubia obligado a estirarse trajo consigo dos sustos consecutivos en su retaguardia con balones a la espalda. Superada la media hora los amarillos sólo habían pisado área con un lejano centro chut de Carlos García en el que Saldaña mostró dudas, y por contra hacía minutos que Irureta ya no podía ceder a un compañero ante la presión a toda cancha rival y se veía obligado a sacar en largo.
En el tramo final de la primera jugado bajo una fuerte lluvia, pese a no pasar verdaderos apuros o encajar ocasiones, el equipo manchego no pudo generar peligro.
En el descanso Javi Sánchez hizo dos cambios en busca de mayor mordiente, pero lo primero que ocurrió en la segunda es que un Adilson, que había sacado de quicio al sustituido Carlos García, volvió a colarse por la izquierda para provocar la amarilla del central Álex Jiménez que fue en ayuda. Pese a ello no se desanimó un Villarrubia que ahora sí llegaba hasta arriba en la presión y tenía más pelota y más robo, aunque también más riesgo a la espalda y en las pérdidas en la salida. Los primeros minutos confirmaron las buenas sensaciones de los visitantes, que ahora tenían más posesión y acercamientos a la portería pacense. Tanta, que a la hora el míster local, Fernando Estévez, cambiaba su delantera en un claro intento de no perder mordiente en la presión sobre la salida de balón.
Eran los mejores momentos visitantes cuando en el minuto veinte el recién incorporado Aquino hacía el segundo local, de cabeza a la salida de un córner en el que no se cerró bien el segundo palo. El Badajoz exhibía más recursos ofensivos y colocaba el resultado muy de cara.
De ahí a la conclusión el partido perdió fuelle porque aunque ambos equipos continuaron jugando de la misma manera sin perder nunca el orden, los dos también por satisfechos y bajaron el ritmo y la intensidad, aunque en el descuento el Badajoz tendría una última ocasión clara.