Editorial

Las autonomías vuelven al dilema de si endurecer las restricciones o no

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Los presidentes de las comunidades autónomas se reunirán, telemáticamente, eso sí, mañana para analizar la situación epidemiológica del país y tomar decisiones para intentar combatir la escalada de contagios por la variante ómicron de Covid-19. Los presidentes de las regiones españolas, salvo el de Castilla y León más preocupado ahora por el adelanto electoral, se debaten entre endurecer las restricciones o mantener las medidas preventivas actuales. Hay opciones para todos los gustos.

País Vasco y Galicia abogan por obligar al uso de la mascarilla también en exteriores, mientras que la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso descarta tomar nuevas medidas que afecten a toda la población. Mientras tanto, el Gobierno de Pedro Sánchez mantiene su discurso de «vacunación y prevención» a la espera de escuchar mañana las propuestas de las comunidades autónomas. De momento, el presidente descarta decisiones drásticas, como el confinamiento después de los dos varapalos recibidos desde el Tribunal Constitucional, y su Ejecutivo arguye que las comunidades autónomas tienen los instrumentos necesarios para tomar medidas que intenten paliar la incidencia del coronavirus en esta sexta ola de la pandemia.

Con esta panorama, la población española vive jornadas de incertidumbre en dos sentidos: el primero, en el plano sanitario, y el segundo, en el familiar ante la cercanía de la Navidad.

Con la descentralización acordada del Estado de las Autonomías, poco margen de acción tiene en el ámbito sanitario, pero sí tiene la responsabilidad ética de intentar poner de acuerdo a todas las regiones para plantear medidas coherentes y coordinadas. La población no puede estar al albur de lo que se decida en cada uno de los 17 gobiernos regionales, porque ya se constató en las primeras olas que los resultados no son lo ideales.

Pedro Sánchez no puede tampoco escudarse en las autonomías para delegar su responsabilidad y que en el plano sanitario España se erija en un reino de 17 taifas donde no exista una acción coordinada.

La conferencia de presidentes debe convertirse en la piedra angular sobre la que se cimente toda la estrategia sanitaria en esta sexta ola de Covid-19. La situación todavía permite un margen de actuación, ya que se incrementaron los contagios exponencialmente, pero la situación de la mayoría de los hospitales aún está en una relativa normalidad, teniendo en cuenta los colapsos de los primeros meses de la pandemia. Los dirigentes políticos del país y de las comunidades autónomas tienen en sus decisiones la oportunidad de, al menos, ser coherentes