El COVID pone en vilo al deporte

Eduardo Gómez
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Las competiciones avanzan a duras penas, con muchos partidos ya aplazados y una sensación de pesimismo cada vez mayor

Sergio, portero del Manchego, se prepara para detener la trayectoria del balón. - Foto: Rueda Villaverde

Se avecinaba una temporada tremendamente compleja, pero lo cierto es que el imparable avance del virus está poniendo en jaque a la sociedad y el deporte no es ajeno a ello. Cada jornada siguen aplazándose numerosos partidos de competiciones nacionales e incluso algunas comunidades ya han anunciado la suspensión de categorías territoriales. La opción de la presencia de público es casi testimonial y el quebradero de cabeza de los dirigentes cada vez es mayor, al ver cómo la capacidad para generar ingresos se va esfumando.

El goteo de malas noticias es constante desde las categorías más altas hasta las más bajas y la sensación de pesimismo cada vez es mayor.

Ayer mismo se confirmó el aplazamiento del partido de la Liga Iberdrola de voleibol femenino que iba a enfrentar hoy al Kiele Socuéllamos con el Menorca en la pista balear, tras el anuncio del Alcobendas, rival el pasado sábado de las menorquinas, de varios casos positivos en su plantilla. Sin tiempo para que las jugadoras del Menorca se hicieran las pruebas, ambos clubes emitieron un comunicado acordando el aplazamiento «de manera totalmente preventiva y responsable».

De aplazar un partido 24 horas o saber que había que jugar en la víspera sabe algo también el Viña Albali Valdepeñas, subcampeón de la Primera División de fútbol sala. En esta categoría ya hay nueve encuentros aplazados, y eso que alguno se ha conseguido recuperar. El cuadro vinatero, por ejemplo, no ha podido jugar según el plan previsto en tres partidos de los siete hasta el momento: Jaén, Betis y Barça, hasta el punto, por ejemplo, de enterarse de que no podría jugar ante los azulgrana 24 horas y al revés, saber que recuperaría un choque pendiente ante el Betis justo en la víspera. Así resulta imposible un mínimo de planificación.

En la categoría inmediatamente inferior, la Segunda División, en el grupo en el que milita el Manzanares, ya hay seis aplazados y, por ejemplo, este fin de semana sólo pudo disputarse uno de los cuatro partidos previstos.

El fútbol también está viviendo momentos complicados. En Tercera, por ejemplo el derbi Manchego-Calvo Sotelo de la jornada inaugural tuvo que aplazarse y, de hecho, el equipo puertollanero no debutó hasta la jornada 3, ya que en la segunda fecha tampoco pudo jugar por los casos positivos de su rival.

En este sentido, La Solana atraviesa un momento muy delicado, con cinco positivos confirmados a mediodía de ayer en su plantilla, motivo por el cual ha solicitado el aplazamiento del partido que debía jugar este domingo ante el Manchego.

Estos casos positivos en La Solana motivaron también la petición del Manzanares de que se aplazase su encuentro en La Roda del pasado domingo, ya que manzanareños y solaneros habían jugado el jueves un partido de la Copa Diputación, pero el Juez Único lo desestimó alegando que Sanidad no tenía conocimiento de dichos positivos, tal y como debe hacerse según el protocolo.

BALONMANO. Otro deporte al que ha golpeado duro la pandemia es el balonmano. La Liga Asobal ya se plantea incluso un cambio de formato de competición después de que un tercio de sus partidos no se haya podido disputar todavía.

En Plata Masculina, categoría en la que milita el Vestas Alarcos, ya hay tres partidos pendientes en seis jornadas. Mucho más complicada es la situación en el Grupo D de Plata Femenina, donde compiten Bolaños y Pozuelo, con nueve encuentros pendientes en seis jornadas. En el Grupo F de Primera Estatal Masculina, categoría en la que juegan Caserío y Bolaños, son diez los partidos aplazados en cinco jornadas, a lo que hay que sumar la retirada ya de un equipo, el Málaga.

En baloncesto, la Liga EBA retrasó más de un mes su inicio y en Primera Nacional ya quedó aplazado el derbi local CB Ciudad Real-Basket Cervantes por un caso positivo en la plantilla azul.