La Iglesia para trabajo decente, una entidad de la Diócesis de Ciudad Real conformada por HOAC, JOC, Confer y Cáritas recordó ayer que el trabajo es «uno de los pilares de la doctrina social de la Iglesia, porque es una vocación y, mediante el trabajo la persona se realiza». Así lo explicó Julio Ruiz, militante de la HOAC, la organización que ayer celebró el Día del Trabajo Decente, con la lectura de un manifiesto, el mismo leído en todas las Diócesis, una Eucaristía presidida por el obispo y un acto simbólico en el que se compartió un cartel del trabajo precario y se pidió por detrás un cambio, en alguna persona a la que el trabajo le esté causando problemas en su vida. 

Desde la HOAC se apuntó que hay una necesidad de ser cada vez «más productivos», pero se hace «a costa del abaratamiento de los salarios o alargamiento de las jornadas que hacen imposible la conciliación familiar». Se trata de aspectos que provocan una «deshumanización del trabajo» y que implica un incremento de la siniestralidad laboral, que ni siquiera durante el tiempo de la pandemia se ha reducido. «Son síntomas de que el trabajo no está ayudando a la persona, a la vida, sino que le está haciendo daño». 

En el mismo plano, la HOAC recuerda que hay un daño del trabajo al medio ambiente, «uno de los grandes principios de la doctrina social de la iglesia es el cuidado de la creación, que es lo que nos sostiene y que tenemos que velar para que sea para todos y para toda la vida».