9 años por patear, pisar la cabeza y dejar sordo a un hombre

Pilar Muñoz
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La Audiencia Provincial juzga probado que los dos procesados, tras una disputa en el bar Calvario de Pedro Muñoz, casi matan a golpes a un compatriota

9 años por patear, pisar la cabeza y dejar sordo a un hombre - Foto: Rueda Villaverde

Los dos rumanos enjuiciados en la Audiencia Provincial por agredir a otro la madrugada del 23 de marzo de 2014 tras una disputa en el bar El Calvario de Pedro Muñoz van a pagar con 18 años de cárcel las graves lesiones que le causaron y que pudieron costarle la vida.

El Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, presidido por la magistrada Carmen Pilar Catalán Martín de Bernardo,  juzga probado que los procesados y la víctima tuvieron una discusión por motivos no aclarados dentro del bar El Calvario. La dueña les expulsó del establecimiento y una vez  en la calle continuaron la disputa, que fue subiendo de tono hasta que Ionut L. y Valentín G. tiraron al suelo a Ioan C., a continuación empezaron a darle «patadas y puñetazos por todo el cuerpo, llegando a pisarle la cabeza». Según recoge la sentencia, de no haber recibido asistencia médica las consecuencias habrían sido fatales.

En el capítulo de hechos probados, los magistrados enumeran las graves lesiones que sufrió la víctima, que fue trasladado al Hospital General Universitario de Ciudad Real, donde ingresó en la Unidad de Vigilancia Intensiva con coma inducido y conectado a ventilación mecánica, siendo diagnosticado de politraumatismos.

Estuvo ingresado 113 días, 105 impedido para realizar sus ocupaciones diarias. Las lesiones tardaron en curar 218 días y le han dejado graves secuelas: pérdida total de la audición del oído derecho, trastorno orgánico por lesiones cerebrales (pérdida de sustancia cerebral), marcha inestable por mareos, cefaleas y alteraciones de memoria.  

Además, le ha quedado un perjuicio estético, una cicatriz desde la parte media lateral derecha de la cabeza hasta el hombro derecho.

También precisa ayuda para caminar y presenta una incapacidad permanente absoluta.

El caballo de batalla en el enjuiciamiento y a la hora de dictar sentencia  ha sido determinar la participación de los procesados, sobre todo de Ionut  L., respecto a la agresión que causó las graves lesiones y secuelas que sufre la víctima.

 Valentín G. no negó la disputa en el bar al salir en defensa de una camarera y luego en la calle, ni la agresión, aunque sí restó importancia a los hechos, cuyas consecuencias atribuye al infortunio, a que la víctima se golpeó contra un bordillo al caer mientras forcejeaban. Su participación en los hechos ha quedado acreditada. Por contra, ha sido más complicado determinar la implicación en la agresión del otro encausado, ya que la mayor parte de testigos lo exculparon. Él también negó su participación en los hechos. Sin embargo, el Tribunal  ha podido determinar «sin género de dudas» gracias a las declaraciones de testigos imparciales su autoría. Llegó a ocultar su verdadera identidad y huyó del país. Luego alegó que marchó por motivos laborales. Para el Tribunal, ambos son autores y por ello han sido condenados a 18 años de prisión.