El trompetista daimieleño Manuel Blanco cosechó ayer un nuevo reconocimiento. Esta vez por parte del club social Matador, de Madrid, y pasó a la nómina de artistas que han recibido este premio por parte de esta institución selecta de la capital como el chelista Adolfo Gutiérrez Arenas, el pianista Javier Perianes, y el Cuarteto Quiroga, estos dos últimos Premio Nacional de la Música.
Blanco ingresó en este club con una conversación junto al periodista Jesús Ruiz Mantilla donde adelantó parte de lo que será su próximo proyecto: un disco-concierto en el que fusionará estilos musicales desde la música clásica, pasando por el pop, flamenco e incluso no descartó alguna escaramuza con el tecno. Será el 5 de junio en el Auditorio Nacional de Música.
Blanco ingresa en Matador y pone fecha a su disco-conciertoEl artista hizo un recorrido por quienes han sido sus máximos referentes como el francés Maurice André al que le dedicó una buena parte de la charla así como quienes han sido sus maestros y la forma en que ha encarado su carrera prodigio desde sus inicios del conservatorio Marcos Redondo de Ciudad Real. Siente Blanco que la trompeta tiene un halo especial y complejo, difícil de afrontar en los momentos cumbre de las obras no sólo clásicas sino también modernas. El intérprete explicó que se encuentra feliz como uno de los solistas de la Orquesta Nacional de España (ONE) pero reconoció que busca nuevos retos pero sin olvidar sus compromisos como docente ni de dónde viene. Para ello recuerda una anécdota de André, considerado el mejor trompetista de la historia, el cual ensayaba en frente de una lámpara minera para no olvidar sus raíces.