Ser anfitrión de la fase de ascenso, un arma de doble filo

Eduardo Gómez
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El equipo organizador de la fase de ascenso a Asobal sólo ha subido la mitad de las veces desde que la Federación Española de Balonmano cambió el sistema de competición, en la temporada 2008-09

César Beret lanza a portería en el encuentro ante el Nava de la pasada fase de ascenso. - Foto: Pablo Lorente

El Vestas Balonmano Alarcos afronta este fin de semana en Sagunto (Valencia) su tercera fase de ascenso a la Liga Asobal en las cuatro temporadas que lleva militando en la División de Plata. En todas ellas ha jugado como visitante y lo cierto es que siempre se otorga al anfitrión un papel de favorito que las estadísticas se encargan de desmontar. 

Desde que la Federación Española de Balonmano cambió el sistema de competición e introdujo una fase de ascenso en la campaña 2008-09, solamente la mitad de las veces ha subido el equipo que ha ejercido de anfitrión. Y eso que el equipo organizador, además de tener el factores campo a su favor, es el que mejor clasificado queda en la liga regular de los cuatro equipos participantes. Por lo tanto, ejercer de anfitrión no es sinónimo de éxito y a eso se aferra el Vestas Alarcos para confiar en sus opciones de dar la sorpresa.

El equipo ciudadrealeño debutará el sábado a las 20 horas con el Torrelavega. Antes habrá jugado el equipo local, el Sagunto, con el Zamora. El domingo, a las 16.30 horas, está programada la final, cuyo vencedor acompañará al Nava a la Liga Asobal en la próxima campaña.

En el estreno de este formato, el Cangas subió en Pamplona al derrotar en la final al Guadalajara. El anfitrión, Anaitasuna, había caído en semifinales, circunstancia que, por otro lado, no ha vuelto a suceder. Y es que en las siguiente nueve ediciones el anfitrión, al menos, ha llegado a la final.

Tras esa campaña, hubo tres temporadas en las que el organizador sí consiguió el ascenso: Guadalajara, Huesca y Cangas. En Irún fue el Puente Genil el que rompió esta racha. Al año siguiente Benidorm subió en Alcobendas y después Santander ascendió ante su afición, igual que el Bidasoa en la 2014-15, la del debut del Alarcos en fase. Desde entonces, ni Palma del Río ni Nava pudieron aprovechar el factor campo, subiendo Zamora y Sinfín Santander. Ahora el Vestas Alarcos quiere aguar la fiesta de Sagunto, que es debutante en una fase de ascenso, ya que llevaba en Asobal desde la 2010-11.