Una maraña de legajos

P. Muñoz
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Liberar espacio en los archivos y tribunales es el objetivo principal de la Junta de Expurgo que en el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha preside el magistrado Eduardo Salinas Verdeguer.

Cada seis meses se ordena el expurgo de legajos porque de no ser así el archivo iría creciendo y sería «absolutamente inabarcable», indica el magistrado Salinas, quien aclara que «se destruye lo que no tiene utilidad». El listado de documentos a eliminar se publica en el BOE con el fin de que se pueda impugnar al decisión judicial si los interesados lo estiman. No obstante, sé es muy riguroso. La Junta de Expurgo, con sede en Albacete, ha decidido eliminar miles de expedientes de juicios celebrados en los juzgados mixtos de Ciudad Real 1, 2, 3, 4 y 5, entre los años 1997-2006, 1999-2006 y 2003-2006. También va a proceder al expurgo de diligencias previas de nueve años. Del mismo modo, se ha decidido eliminar legajos de juicios de faltas y diligencias previas de los juzgados de Alcázar, Almadén, Almagro, Daimiel, Manzanares, Puertollano, Tomelloso, Valdepeñas e Infantes. Algunos de ellos de hace 73 años.