De la Comunión Tradicionalista Carlista a UPyD, pasando por Unidad Castellana a Tierra Comunera, al debutante Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía -que se estrenó en una convocatoria electoral en la provincia con apenas un centenar de apoyos- y con hueco para la Falange Española de las Jons o el Partido Comunista de los Pueblos de España. Las elecciones generales celebradas en marzo de 2008 marcaron un hito en la historia democrática reciente de la provincia de Ciudad Real: nunca antes los votantes tuvieron ante sí nada más y nada menos que una veintena de posibilidades para depositar su confianza en las urnas. Una cifra que se ha ido diluyendo con el paso de los años hasta las apenas ocho candidaturas que optarán a sumar votos y escaños el domingo.
La concentración política se ha dejado notar en estas y en las pasadas elecciones generales en las que Ciudad Real aparece señalada entre las provincias que menos candidaturas presenta a la contienda electoral frente a la atomización de hace apenas una década, que multiplicaba las opciones en un sistema tradicionalmente bipartidista, que empezó a anotar sus primeros signos de flaqueza en las elecciones generales de 2011, aunque esencialmente por el severo castigo electoral sufrido entonces por el PSOE.
Las juntas electorales son las que se encargan de dar el visto bueno a las listas que, en esta ocasión, deben respetar la democracia paritaria (ningún grupo de sexo por encima del 60% ni por debajo del 40%) o si los extraparlamentarios han adjuntado los avales que se requieren (las firmas de al menos el 0,1% del censo de cada circunscripción), como han hecho otras fuerzas políticas menos conocidas y cuyas papeletas también se podrán encontrar en los colegios electorales del país. Algunas de ellas ya son históricas formaciones extraparlamentarias como el Partido Animalista (Pacma), Recortes Cero y Por Un Mundo + Justo (PUM+J), que se presentan en la provincia y en el resto del país y entre los que no estará el ‘yayopartido’, el Partido Demócrata Social de Jubilados Europeos, que tras estrenarse en abril en Ciudad Real, amplían su candidatura a Segovia, Las Palmas de Gran Canaria, Albacete, Guadalajara y Ávila a costa de no repetir en la provincia, donde cosechó 277 votos.
En las pasadas elecciones generales de la primavera, de los 277.457 votos a candidaturas, 74.107 no se tradujeron en escaños, no sumaron para repartir parlamentarios en Madrid, lo que supone hasta el 26,7% del total, con Guadalajara como la circunscripción en la que más votos se quedaron sin elegir un candidato, un 37 por ciento del total.
No hay que olvidar que cada voto cuenta. En el caso de la provincia y como el ejemplo del 28-A, el coste de cada diputado superó la barrera de los 58.700 votos.