Ciudad Real cerró el primer año de pandemia con solo 278 desempleados más. Según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), la provincia cuenta con un total de 52.419 personas en paro, frente a las 52.141 que había a 31 de marzo de 2020. De hecho, la mitad de los municipios ha sorteado los efectos del COVID-19 y tiene hoy menos desempleo que hace 365 días.
En concreto, el paro subió en 54 municipios, bajó en 43 y se mantuvo igual en otros cinco: Alcoba, Fontanarejo, Navalpino, Ruidera y Santa Cruz de los Cáñamos. A la espera de ver cómo se resuelven los numerosos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que siguen activos (2.821 al cierre de marzo), los últimos datos de paro son positivos, si se tiene en cuenta la destrucción de puestos de trabajo que se produjo durante los primeros meses de la pandemia. En julio de 2020, solo 26 poblaciones resistieron el golpe.
La evolución del paro a lo largo de este año fue desigual en la provincia y el ejemplo más claro se encuentra en los municipios de más de 10.000 habitantes. Miguelturra y Alcázar de San Juan fueron las localidades más castigadas, con un incremento del desempleo del 6,89% y 5,97%, respectivamente. El paro también subió por encima de la media provincial (0,53%) en Socuéllamos (3,98%), la capital (3,24%), Valdepeñas (1,52%) y Puertollano (1,09%). En total, estos seis municipios sumaron 634 parados más.
Esta cifra fue compensada en parte por los buenos resultados registrados en el resto de grandes municipios de la provincia, con Bolaños de Calatrava a la cabeza con un descenso del paro del 4,18%. A pesar de las complicadas circunstancias laborales, especialmente en el sector servicios, Manzanares, Daimiel, Tomelloso y La Solana también redujeron el desempleo por encima del 2%, mientras que la caída en Campo de Criptana se situó en el 0,76%.
«Nos gustaría tener menos paro aún y trabajamos para ello, pero el dato interanual es bueno, ya que hemos sufrido el impacto de la crisis en menor medida que otros municipios de la región», explica Pablo Camacho, concejal de Empleo de Manzanares, que considera que la clave radica en las políticas de desarrollo empresarial llevadas a cabo en los últimos años en alianza con empresarios y autónomos y en la apuesta por los planes de empleo propios y en colaboración con el resto de administraciones.
En una línea similar se expresa el portavoz del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Daimiel, Jesús David Sánchez de Pablo: «El dato pone de relieve el gran trabajo realizado por el conjunto del tejido empresarial instalado en el municipio, desde las grandes empresas hasta los cientos de autónomos». Como ya ocurrió en 2008, el impacto de la crisis ha sido duro, pero más llevadero que en otros puntos de la provincia, ya que «Daimiel cuenta con un tejido empresarial muy consolidado». Añade, no obstante, que habrá que ir viendo cómo se resuelven los ERTE para revelar la foto final.
Este año de pandemia deja una evolución positiva del desempleo en otros municipios de la provincia como Villamanrique, Piedrabuena Villarrubia, Malagón y Moral, con descensos del paro por encima del 5%. Destaca especialmente Calzada de Calatrava, con una caída del paro del 11%. La otra cara de la moneda la encontramos en Porzuna y Herencia, con un incremento del 14% y el 11,2%, respectivamente.