Récord de ahorro provincial con más de 10.000 millones

R. Chávarri
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La pandemia infla la bolsa de ahorros de las familias mientras los autónomos hablan de una «mala noticia: el dinero en el banco es dinero que no circula»

Un hombre se dispone a sacar dinero de un cajero automático. - Foto: RUEDA VILLAVERDE

Nunca antes la hucha de los ciudadrealeños había estado tan llena como ahora, con una cifra superior a los 10.100 millones de euros, y nunca antes «la gente había frenado tanto el consumo» como ahora. Las cuentas trimestrales que hace el banco central dibujan un (nuevo) repunte del ahorro de los llamados otros sectores residentes de la provincia, esto es, de familias y empresas, que siguen dejando más dinero que nunca en bancos y cajas. Y la causa hay que buscarla, aquí también, en el COVID-19. Si antes de declararse la pandemia, en marzo de 2020, el Banco de España apuntaba que los ciudadrealeños guardaban unos 9.300 millones de euros en el sistema financiero, ahora, en junio, esa cifra ha crecido hasta rozar los 10.200 millones de euros. Casi mil millones de euros más en 15 meses.

«No hay que buscar más razones: la gente ha seguido cobrando, ertes y demás, y no han consumido bien por miedo al futuro o porque no tenían dónde», explican fuentes financieras consultadas por La Tribuna. En los últimos meses, la tendencia de los hogares ha sido la de aumentar de forma sostenida los depósitos bancarios, a medida que empeoraba la crisis económica producida por la pandemia. «Esta situación ha empujado a los hogares españoles a optar por una mayor prudencia en sus gastos» explica el propio Banco de España, que sentencia que «durante la pandemia, los hogares han acumulado una importante bolsa de ahorro, en parte, por la imposibilidad de consumir determinados bienes y servicios y, en parte, por la incertidumbre acerca de sus rentas futuras».

Todo eso se traduce en una «muy mala noticia» para el presidente regional de los autónomos de CEAT, Miguel Ángel Rivero, que señala que «el dinero que está en el banco no está circulando, y eso es malo para todos: si hay consumo, vivimos todos, si no, vivirá el que tenga un puesto fijo en alguna administración».

El regulador, sin embargo, deja abierta una puerta a que este trimestre sea el último de este tipo de récords de ahorros. Aunque la incertidumbre sobre la senda de recuperación del consumo y sobre la evolución de la tasa de ahorro es «elevada» aún, vislumbra un escenario en el que los factores epidemiológicos ya no serán tan determinantes y espera que en la recta final del año, el consumo privado vuelva a estar al nivel prepandémico, aunque aún avista riesgos, como la subida de los precios, «más intensa y persistente de lo previsto», pero prevé que sea de carácter transitorio.

Miguel Ángel Rivero explica que esa visión de recuperación del consumo es la que tiene también el sector de los autónomos, «porque si no se reactiva el comercio en el último trimestre del año, en Navidad, apaga y vámonos», al tiempo que recuerda que «una cosa es la reactivación de la economía y otra la recuperación» de sectores que aún no han salido del pozo de la crisis del coronavirus, entre los que cita a todas las actividades relacionadas con la celebración de eventos o las ligadas con el turismo.

Créditos estancados

Más dinero en el banco y estabilidad en los créditos. La cifra de euros que los bancos y cajas tienen prestados entre familias y empresas de la provincia se mantiene dentro de una cierta estabilidad, por encima de la barrera de los 7.000 millones de euros fiados. Lo que parece seguro es que si en algún momento se consigue reabrir el grifo de los préstamos, no llegará hasta las cifras que se movían hace algo más de una década. En 2009, por ejemplo, se marcó un hito en la concesión de créditos a familias y empresas de la provincia, con más de 11.100 millones de euros circulando por la provincia tras doblarse ese importe en apenas cuatro años. El boom entonces de la crisis del ladrillo pinchó la burbuja crediticia que no se ha empezado a recuperar hasta el año 2019, antes de que otra crisis, la del COVID, haya congelado ahora el dinero prestado a los ciudadrealeños.