La sala dedicada a la cultura musulmana medieval en el Museo de Ciudad Real cuenta desde ayer con una nueva pieza, una gran tinaja de lujosa factura almohade, hallada en Alarcos, que se ha instalado en una vitrina exenta, de modo que el visitante que llega completando la exposición permanente de la primera planta en su sentido cronológico se enfrenta con ella antes de adentrarse en el conjunto de armas, utensilios y otros restos con los que se explica el paso de la cultura islámica por la provincia, especialmente en Calatrava la Vieja y Alarcos.

A la presentación de esta pieza, datada entre 1195 y 12012, asistió la delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, a quien acompañaba el director de las excavaciones en el castillo de Alarcos, Antonio de Juan, responsable con su equipo de la recuperación de una pieza única de la que sólo hay otras dos similares en toda la Península Ibérica, una en Cádiz y otra en Portugal.

Olmedo recordó que esta tinaja se encontró hace ya varios años, pero fue restaurada el año pasado «para cederla junto con otras 99 piezas a esa magnífica exposición  que es A Témpora. 6.000 años de cerámica», inicialmente en Talavera de la Reina y más tarde en Burgos con motivo del octavo centenario de su catedral.

La delegada de la Junta subrayó que tanto este elemento de un rico ajuar almohade como otros objetos que se encuentran en el Museo ya sea en sus salas de exposición o en sus almacenes, «demuestran que Ciudad Real no era una tierra de paso, sino que era una tierra de asentamiento». Un argumento que reforzó con referencias a los parques arqueológicos y yacimientos del territorio.

Olmedo precisó que la tinaja tiene un diámetro de 90 centímetros, presenta en parte una cubierta vítrea y una impresión decorativa que intercala la mano de Fátima, un símbolo especialmente ligado a los almohades, con epigrafías.

Por su parte, Antonio de Juan recordó que la tinaja apareció en fragmentos hace ya bastantes años en un basurero del castillo y pasó «bastante tiempo en los laboratorios de Alarcos esperando a terminar la recuperación de todas sus piezas».

De Juan, también profesor de la UCLM, subrayó que la organización de la gran exposición A Témpora es la que ha permitido la restauración de la tinaja y que ahora quede instalada en las salas del Museo de Ciudad Real.

«Es una pieza que tiene dos niveles, un primer nivel con un estampillado verde, mientras que la parte de abajo está limpia, seguramente para que rezume el agua», por lo que es posible que falte una pieza final, «un reposadero» donde se recogería el agua filtrada a través de una cerámica muy porosa.

El arqueólogo enmarcó esta obra dentro del ajuar almohade recuperado en Alarcos, parte de cuyas piezas se muestran ya en la misma sala, como el ataifor con la mano de Fátima que se ha convertido en uno de los elementos más característicos de la etapa almohade de la fortaleza o los candiles.

De Juan cree que la tinaja «fue rota probablemente por los mismos almohades cuando se retiran de Alarcos con motivo de la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212». A pesar de la brevedad de la presencia norteafricana en la fortaleza, el arqueólogo explicó que dejó «uno de los mejores registros para la investigación sobre el periodo almohade de la península».

Con respecto a las epigrafías que adornan la parte superior de la pieza, detalló que son referencias a la felicidad, al poder, mediante «la reiteración de las palabra que aparecen».

Por último, la delegada de la Junta, a la que también acompañaban el delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes, José Caro, y el director del Museo, José Ignacio de la Torre, avanzó la próxima inauguración -a finales de este mes o finales del próximo- de una exposición dedicada a la caza que «va a recoger toda la historia de la caza en Castilla-La Mancha, desde los primeros animales depredadores de los que tenemos noticia, hasta la caza en el mundo actual».