Jon San Pedro, el último de los etarras en salir de Herrera

Pilar Muñoz
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Su traslado se aprobó a últimos del pasado año pero la pandemia de COVID le ha mantenido recluido en la prisión manchega. Con él se cierra una historia que se empezó a escribir en el 79

Uno de los etarras que salió de prisión por la doctrina Parot

Ya no queda ninguno de los 380 presos de la banda terrorista ETA en la cárcel de Herrera de Mancha. El último en salir del penal fue Juan María San Pedro Blanco, conocido como Jon, y miembro del comando Vizcaya. Su traslado se aprobó a últimos del pasado año, pero la pandemia del COVID-19 le ha mantenido encerrado en Herrera de La Mancha hasta hace unos días que se pudo hacer efectiva su marcha a la cárcel de Dueñas (Palencia), según han indicado a La Tribuna fuentes penitenciarias.

Con Jon San Pedro se cierra una historia que empezó a escribirse en 1979 cuando entró en funcionamiento la prisión con marchamo de máxima seguridad. Herrera de La Mancha empezó a construirse a últimos de los 70 en medio de un páramo de la llanura manchega (a unos setenta kilómetros de Ciudad Real y 15 de Manzanares) para confinar a presos muy peligrosos y de ETA. A mediados de los 90 comenzó la política de dispersión, luego, el acercamiento a las cárceles del País Vasco y de aquella abultada cifra de etarras ya no queda nada. Ander Errandonea Arruti fue uno de los primeros en salir de Herrera. Fue excarcelado en abril de 2011. Errandonea, natural de Oiartzun (Guipúzcoa), entró en prisión con 23 años y salió con 48.

El mismo mes y año, el etarra José Marí Sagardui celebró con Moët Chandon su libertad en un hostal de la A-4, en Santa Cruz de Mudela, una hora después de dejar la cárcel de Jaén donde pasó 31 años purgando sus crímenes. Celebró su puesta en libertad en la provincia de Ciudad Real, a unos 50 kilómetros de Herrera de La Mancha, donde en ese momento había 19 presos de la banda terrorista.

«No se han arrepentido y no se les ha aplicado reducción de pena», recuerdan a este diario fuentes penitenciarias tras señalar que los últimos en ser trasladados de Herrera a otras cárceles del País Vasco han sido Erostegi Bidaguren, Joanes Larretxea Mendiola, Iñaki Armendariz Izaguirre, Faustino Marco Álvarez, Jon López Gómez y Sergio Polo Escobé, que fue condenado por el asesinato del comandante Cortizo y por participar en el atentado que costó la vida al guardia civil de Ciudad Real Emilio Castillo López de la Franca.

Los etarras no son los únicos terroristas recluidos en Herrera de La Mancha, también han estado ocho yihadistas y otros tantos miembros del Grapo. Todos han salido ya o han sido trasladados a otras prisiones y únicamente queda un grapo cuya salida se espera para este mes de abril. 

Los otros. Herrera también se contruyó para presos muy peligrosos, como Cristóbal Moral Fernández, ‘el Boba’ que mató en el patio de la prisión al marroquí Gilali Boubalati, encarcelado por una violación. Moral Fernández también participó en un motín, en Herrera. 

Vázquez Ayude, considerado de los presos más peligrosos de España, encabezó un motín el penal manchego con el secuestro de un funcionario.

Actualmente cumplen condena en Herrera, entre otros, Tony King, el asesino de Rocío Wanninkhof;José Bretón, que mató a sus dos hijos de corta edad; Juvenilson Da Silva, conocido como el violador de Pozuelo; y Miguel Carcaño, sentenciado por el crimen de la joven Marta del Castillo.