Un entorno seguro más allá del campo

Eduardo Gómez
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Los protocolos marcan los primeros partidos oficiales, con mascarillas, distancia y gel, convirtiendo banquillos en salas de prensa, entre otras medidas de la nueva normalidad

Aficionados del Socuéllamos, guardando la distancia de seguridad en el Paquito Giménez. - Foto: Rocío Hellín

Arrancó la competición oficial para los equipos de la provincia y con este inicio se pusieron a prueba los protocolos de seguridad que deben llevar a cabo los clubes en sus partidos. 

El estadio Paquito Giménez de Socuéllamos, por ejemplo, volvía a acoger un partido de Segunda B y lo hizo con un tope de 600 espectadores. Uno de los máximos responsables de que todo saliera bien fue Alfonso Montero, designado por la entidad que preside Jordi López como delegado del cumplimiento del protocolo, un cargo que la Federación Española (RFEF) obliga a tener desde esta campaña a todos los clubes participantes.

Montero tiene la responsabilidad de conocer al dedillo toda la normativa, reglamentación y protocolos de la RFEF, Federación Territorial y Delegación de Sanidad. «Continuamente están mandando nuevas directrices y hay muchos organismos competentes, pero es cuestión de acostumbrarse», resume.

Los técnicos comparecieron en los propios banquillos.Los técnicos comparecieron en los propios banquillos. - Foto: UDSAdemás de preocuparse de que el propio club y los futbolistas rellenen en tiempo y forma la ficha con sus datos que deben subir a la plataforma de la RFEF los jueves antes de los partidos (el castigo por no hacerlo es la pérdida del partido en el caso del equipo y de la imposibilidad de jugar en caso de los futbolistas), el delegado de cumplimiento del protocolo debe asegurarse de que todos los intervinientes: jugadores, árbitros, técnicos, auxiliares, acreditados, medios de comunicación.. cumplan las normas.

Como anécdota, en el Paquito Giménez el domingo la rueda de prensa tuvo que celebrarse en los banquillos, ya que el aforo máximo de la sala donde tradicionalmente comparecían técnicos y futbolistas es de cuatro personas.

Todos los asistentes al estadio tuvieron que rellenar un formulario con sus datos para facilitar el rastreo en caso de positivos, se les tomó la temperatura y había unas rutas señalizadas, con asientos marcados para respetar la distancia de seguridad. 

«No hubo problemas. La gente tiene ganas de fútbol y percibe que el estadio es un entorno seguro si se cumplen todas las normas. La gente está mentalizada de que ahora debe ser así», concluye Alfonso Montero, que cumple su séptima campaña como delegado del club.