El cierre de las oficinas lleva a la provincia al año 1979

I. Ballestero
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La reestructuración del sector y los procesos de digitalización han puesto el candado a 30 sucursales en los dos últimos años

El cierre de las oficinas lleva a la provincia al año 1979 - Foto: PABLO LORENTE

La fotografía sobre la presencia de oficinas bancarias en territorio ciudadrealeño se podría imprimir en sepia y enmarcar en madera vieja, y hacerla pasar por una imagen de hace muchos años. En concreto, de hace cuarenta años, porque el camino hacia la digitalización del sector y la reestructuración a la que se vieron abocados los bancos y cajas a propósito de la recesión ha reducido el número de oficinas en la provincia de Ciudad Real al número más bajo desde marzo de 1979, según los datos del Banco de España. En concreto, en los dos últimos ejercicios se han cerrado en la provincia hasta 30 sucursales y oficinas, por lo que al cierre de 2018 los bancos y cajas contaban con 369 espacios físicos de atención al público. Y el número, advierten los sindicatos, seguirá bajando porque los procesos de fusión, ajuste y reestructuración «todavía no han terminado».

Hay que remontarse 40 años atrás para encontrar un número más bajo de oficinas bancarias en la provincia de Ciudad Real que el que existe en la actualidad. Entonces, el sector era una actividad en pleno despegue y las entidades financieras crecían y extendían sus espacios físicos de atención al público. Ahora, el sector bancario se encuentra en pleno repliegue en base sobre todo a dos realidades: «la primera, la digitalización de la atención, porque cada vez se pueden hacer más trámites de manera digital y se suprimen espacios físicos; y la segunda los procesos de reestructuración y fusiones que están llevando a cabo, y que todavía no han terminado», explicó a este diario Miguel Ángel Cubillo, responsable del sector financiero en el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en la región.

La apreciación de Cubillo es que el número de oficinas bancarias en un territorio como el castellano-manchego «está volviendo a tiempos de hace cuarenta años». En la provincia de Ciudad Real, los números del Banco de España consultados por La Tribuna apoyan esa realidad. Al cierre de 2018 había en la provincia 369 oficinas y sucursales bancarias. Sólo un año antes, al cierre de 2017, el número era de 384, y el año anterior había 399. Ese año, 2016, se bajó de las 400 sucursales bancarias en la provincia por primera vez desde diciembre de 1980, cuando la expansión de bancos y cajas llegó a disparar el número de oficinas de atención presencial a 519 en el año 1985.

La reestructuración del sector está siendo profunda. Banco Santander y la Caixa tienen encima de la mesa sendas reducciones de empleados y oficinas, y hay procesos de fusión pendientes de confirmación que podrían avivar una tendencia que lleva desde septiembre de 2015 a la baja. Desde entonces se han cerrado 40 sucursales bancarias, 30 en los últimos dos años. Y eso, después de que el sector hiciera un ajuste drástico antes de la llegada de la recuperación, ya que en sólo tres meses, entre junio de 2014 y septiembre de ese año, se cerraron 34 sucursales en la provincia. «Irá a más, y esto lo que hace es aumentar el riesgo de exclusión en un territorio como el nuestro, que es eminentemente rural», lamentó Cubillo.