La antigua casa de cultura del Prado, el edificio que proyectó el arquitecto daimieleño Miguel Fisac y que se encuentra en desuso desde el año 2010, está pendiente de la firma de un convenio que permita abordar su rehabilitación y dar ‘vida’ al edficio como espacio municipal. El Ayuntamiento de Ciudad Real, el Colegio de Arquitectos y la Fundación Miguel Fisac están pendientes de la ratificar el acuerdo que necesita de unos informes favorables  previos, de ahí que las tres partes mantengan la prudencia en relación a un acuerdo que, no obstante, se pretende concretar «en breve», según informaron a este diario desde la Concejalía de Urbanismo.

El objetivo final es la rehabilitación de este inmueble que diseñó el arquitecto daimieleño y poner fin al abandono que viene experimentando. Diez años de dejadez pesan sobre este edificio que no sólo se tendrá que someter a la rehabilitación de su cubierta, uno de los principales aspectos que se señaló en su día, sino que la reforma se deberá abordar en su conjunto. La fachada es, de hecho, la cara visible de esa degradación que pide a gritos una intervención.

La finalidad que se le dé a la que fue la antigua casa de cultura del Prado y después Biblioteca Pública del Estado será otra de las cuestiones a concretar. La última propuesta, lanzada en noviembre de 2018 por la alcaldesa, Pilar Zamora, fue convertir el edificio en la Casa de la Ciencia, finalidad que en principio se mantendría, aunque también depende de los mencionados informes. Desde luego, al inmueble no le han faltado propuestas para volver a convertirse en un referente de la ciudad:  desde Centro Ángel Crespo hasta archivo municipal, biblioteca infantil, escuela de música o centro para asociaciones culturales, entre otras, han ido manteniendo viva la llama de la esperanza sobre su rehabilitación para tiempo después consumirse al quedar en agua de borrajas.

Costes en revisión. Uno de los pasos más esperanzadores fue la inclusión en el presupuesto de 2018 de la Junta de Comunidades de una partida de 300.000 euros para su rehabilitación. Sin embargo, dicho proceso no se inició y los arquitectos elevaban ya en marzo de 2019 a unos 800.000 euros el coste que podría  tener la reforma integral de este edificio que se inauguró en marzo de 1961.

Cuando se firme el convenio, las cantidades tendrán que ser revisadas teniendo en cuenta que se trata de un edificio de 1.237 metros cuadrados construidos.

El presidente de la demarcación de Ciudad Real del Colegio de Arquitectos, Federico Pérez Parada, señala en declaraciones a La Tribuna  que cuando reasumió este cargo, el pasado 17 de julio, anunció que entre sus objetivos de este mandato figuraba lograr la rehabilitación de este edificio y ayudar a que se ponga en marcha el proyecto.

Al día siguiente de su toma de posesión recibió una llamada de la concejala de Urbanismo, Raquel Torralbo, también integrante del Colegio, que mostró su disposición a trabajar conjuntamente en la redacción de un convenio que plasmase la colaboración y al que posteriormente se incorporó la Fundación Fisac.

Por medio de este documento, el Colegio y la Fundación se comprometen «a organizar el concurso para rehabilitación de la casa de cultura» y a cambio de ello, una parte de las instalaciones pasarán a ser la sede de la propia Fundación y acogerán el legado del arquitecto.

Pérez Parada avanza que uno de los requisitos que deberán cumplir los aspirantes será recuperar el aspecto original con el que Miguel Fisac dotó a su obra.

El presidente del Colegio de Arquitectos aprovechó esta circunstancia para recordar que Miguel Fisac es «uno de los arquitectos más importantes del siglo XX en España» y rechazó actuaciones como la que llevó a cabo el grupo Boamistura sobre el pabellón deportivo de la Alhóndiga en Getafe, obra también de Fisac y que fue coloreada con la palabra «empatía».