'Disfrutando' de su confinamiento

Manuel Espadas
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La atleta aprovecha su confinamiento en La Solana para recuperar tiempo con su familia, estudiar y entrenar, mientras se ilusiona mirando un horizonte donde aparece Tokio 2021

Herminia Parra, en el patio de su casa a punto de entrenar. - Foto: La Tribuna

Se han cumplido cinco semanas de confinamiento y lo que antes era un duro proceso de adaptación a las nuevas circunstancias empieza a convertirse en una nueva forma de vida consolidada, lograda a base de mentalización y de optimización de los recursos al alcance, tanto materiales como temporales y humanos. Un buen ejemplo de haber culminado este proceso es una de las atletas más importantes del deporte provincial y regional, la solanera Herminia Parra (10 de julio de 1997), que tardó poco en encontrarle el lado positivo a su obligado enclaustramiento.

La velocista internacional del Playas de Castellón, pupila del también solanero Antonio Serrano, se adelantó a los acontecimientos y tres días antes de decretarse el estado de alarma regresaba de Madrid a su domicilio familiar en La Solana, de donde no se ha movido desde hace más de un mes. Allí convive con sus padres y un hermano, y lo hace con una sonrisa en la cara, sin parar de hacer cosas y con una mezcla de temor y orgullo por la situación de riesgo a la que se exponen todos los días su padre, un trabajador ‘esencial’ en el pueblo repartiendo gas butano, y su hermana, que ejerce de trabajadora social de la Cruz Roja en un hotel medicalizado. Para ella, los dos son «un orgullo» porque «están trabajando por los demás, por todos nosotros». En este sentido, Hermi Parra asegura que durante estas semanas ha sentido el calor «humano» de sus vecinos solaneros, que cada día a las 20 horas escenifican con aplausos su agradecimiento a la labor que desempeñan trabajadores como su padre o su hermana mientras los demás se quedan en casa a salvo.

Herminia echa de menos entrenar, correr en pista y dar paseos por Madrid, pero en La Solana no se aburre. Lo que más está aprovechando del confinamiento es «estar con la familia», a la que casi no ve durante la temporada. En casa entrena por la mañana en el patio con diverso material y una bici estática y por la tarde estudia (está cursando INEF), ayuda en casa, atiende videollamadas, lee y descansa cuando puede, aunque una de las actividades que más le llena es meterse en la cocina y hacer repostería con su madre.

Pero Hermi Parra no esconde que añora el atletismo. No en vano, lleva un año sin competir tras someterse a una operación por un quiste en un ovario. Asegura que no mira el calendario para un posible regreso, aunque sus entrenadores la animan apostando por que habrá liga de clubes y Campeonato de España. Además, se ilusiona cuando escucha ‘Tokio’ acompañado de ese nuevo año ‘2021’. «No voy a negar que me ha venido bien el cambio de fecha. Llevaba un año sin competir y esto me beneficia», confiesa una de las fijas en los equipos de relevos de la Federación Española. Y es que esta solanera de 22 años es un ejemplo para observar la vida siempre desde una perspectiva positiva.

Sobre la posibilidad de que el Gobierno levante la mano con el confinamiento y permita salir a hacer deporte al aire libre, Parra tiene muchas dudas de que todos los ciudadanos respeten las condiciones de esa apertura:«Mejor que no dejen salir todavía».?