Apenas nueve meses después, la pandemia ha convertido esta actividad en la joya de la corona del aeropuerto ciudadrealeño, el tercero en ocupación por estacionamiento de aviones de toda España, solo por detrás del gigante aeródromo de Barajas-Adolfo Suárez y Teruel.

Con una plantilla de 40 profesionales, la compañía consolida su presencia ampliando plantilla en un contexto «que nos beneficia en el caso de Ciudad Real», como explica el jefe de proyectos de JAS, Raúl Cadalso. Si la parálisis del sector aéreo pone contra las cuerdas a aerolíneas o rebaja la actividad de mantenimiento que ofrece la propia JAS en otras de sus bases, la preservación de aeronaves vive un momento que era casi inimaginable al inicio de 2020. Con una experiencia en el sector que supera ya los 25 años, desde JAS aventuran con confianza que «aquí tenemos trabajo seguro para diez años», como explica Cadalso, que habla de una posición privilegiada del aeropuerto para recibir aviones que por la situación de la pandemia tienen que quedarse en tierra. La semana pasada, por ejemplo, llegó un avión desde Asia que permanecerá en las instalaciones de Ciudad Real los próximos dos años. Y para ese mantenimiento, JAS también prevé que, en la medida en la que avance en el área del desmantelamiento de aeronaves, ampliará también el perfil de los profesionales que se contraten, con la intención de JAS de contar con gente de Ciudad Real, «porque eso también nos beneficia a nosotros», indica Cadalso.

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