La pasión con la que en Miguelturra se vive el voleibol es tremendamente llamativa. Hace más de cuatro décadas el maestro Julián Verdejo introdujo este deporte en la localidad a través de los colegios y en 1982 aquella semilla fue germinando hasta la fundación de la ADV Miguelturra, con Ernesto Arévalo (ahora presidente de honor de la entidad), entre otros, como uno de sus impulsores. No sin dificultades y con épocas mejores y peores, esta disciplina se encuentra plenamente asentada, hasta el punto de que Miguelturra puede presumir de ser una de las referencias del voleibol en Castilla-La Mancha.

En este curso su escuela cuenta con 230 alumnos, integrados en 15 equipos, desde alevines hasta cadetes, con los que trabajan 10 monitores y cinco ayudantes. Una vez concluida la etapa escolar, la salida natural de aquellos jugadores que quieren seguir practicando voleibol es la propia ADV Miguelturra, que cuenta con equipos juveniles y sénior tanto masculinos y femeninos, cuyos integrantes a su vez ejercen de técnicos de las escuelas.

La pasión por este deporte se transmite de padres a hijos, tal y como recuerda Manuel de la Torre, ahora presidente de la ADV Miguelturra: «Es raro en Miguelturra que alguien de la generación de los que ahora tienen 40 años no haya jugado nunca al voleibol».

 Aquellos que fueron pioneros como jugadores ahora ven a sus hijos formarse a ambos lados de la red y no son pocas las parejas que se han formado en el municipio a través del voleibol. «Muchos padres han querido que sus hijos practicasen voleibol por los valores que transmitimos», afirma Jesús Nieto, director técnico de la ADV Miguelturra y coordinador de las escuelas municipales. 

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