Encender un cigarro provoca conducir a ciegas 100 metros

Agencias
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Fumar constituye uno de los mayores elementos de distracción en las carreteras, una acción que impide sujetar bien el volante y multiplica por 1,5 la posibilidad de sufrir un accidente

Encender un cigarro provoca conducir a ciegas 100 metros

Un tercio de los accidentes de tráfico se debe a distracciones, muchas de ellas por el consumo de tabaco durante la conducción. Prohibir que se fume al volante no está previsto, aunque los datos ponen en evidencia que es un riesgo en las carreteras: encender un cigarrillo hace que se conduzca a ciegas durante más de 100 metros.

«Fumar mientras se conduce es un factor de riesgo vial», recalca el doctor Fernando Pérez Torralba, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Tráfico (SEMT). Y es solo hay que repasar las acciones que se llevan a cabo cuando se quiere fumar, desde sacar el cigarro de la cajetilla, encenderlo, dejar la ceniza en el cenicero o apagarlo.

Demasiados movimientos aunque generalmente se hagan inconscientemente, pero suponen un tiempo durante el cual el conductor tiene sus manos ocupadas, advierten desde la SEMT. «Se trata de concienciar y sensibilizar a los conductores para que al manejar ese arma maravillosa que nos da tanta libertad como es el vehículo lo haga con seguridad, porque si se utiliza mal es un arma mortal», afirma el doctor Pérez Torralba.

Según diversos estudios, fumar mientras se conduce multiplica por 1,5 el riesgo de sufrir un accidente. Además, en encender un cigarrillo se tarda una media de cuatro segundos. A 100 kilómetros por hora se habrán recorrido 113 metros -una extensión superior a un campo de fútbol-, sin la atención plena en la carretera. «Cuando se fuma, no se puede sujetar bien el volante. Y no digamos cuando se tiene que cambiar de marcha. Si en ese momento hay que hacer una maniobra evasiva lo más seguro es que se vaya contra otro coche o se salga de la vía», advierte el experto.

En un estudio de Zaragoza, en el que participaron 1.214 conductores de entre 25 y 65 años de edad, se constató que el riesgo en no fumadores era del 7 por ciento, en fumadores que no consumen tabaco conduciendo, del 12 por ciento; y en los que sí fuman al volante, del 17 por ciento. Además, a la distracción por la propia acción, hay que sumar el efecto del humo en el interior del vehículo: en conducciones largas se puede reducir la visibilidad hasta en un 20 por ciento.