"Las maldades que reprimimos viene de perlas soltarlas"

Juana Samanes
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Sentido del humor. Un profesional que ha sabido buscarse un hueco con trabajos en los que ha demostrado un talento muy apreciado por el público

"Las maldades que reprimimos viene de perlas soltarlas"

El programa televisivo El club de la comedia le sirvió al manchego Goyo Jiménez para dar el salto a la fama, pero lo cierto es que este humorista, actor, presentador y director para cuando llegó ese momento llevaba en la mochila actuaciones encima de un escenario desde los años 80. Ahora en el cine le podemos ver en la comedia gamberra colombiana Ni de coña, donde encarna a un reportero del corazón. 


¿Para encarnar a Ricky, en Ni de coña, le dieron libertad en los diálogos? 

Por suerte, Fernando Ayllón, que es el director y guionista de la comedia, vino a España en una visita, él es colombiano, y me fichó para la película. Me dijo: «Haz lo que te de la gana». El personaje que interpreto no tiene nada que ver conmigo porque es un reportero canalla, y para construirlo he tenido que ver muchas horas de televisión de programas del corazón.


¿Y ha sobrevivido a esa ingesta de periodismo rosa?

Me lo he pasado muy bien porque el personaje de reportero me ha permitido soltar cosas que ni harías ni dirías como persona. Todos tenemos un cajoncito de maldades que, por suerte, reprimimos, pero cuando te dan carta blanca para soltarlas te viene de perlas.


La pregunta es obligada. En esta cinta se plantea que los problemas de pareja pueden resolverse con terapia. ¿Usted lo ve así, o cree que menos rollo y más cariño?

Yo creo en lo tradicional. En mi tierra de La Mancha dicen que «Para estar como estamos, nos casamos». Hay que llegar a ser como esos abuelos de toda la vida, que ya ni se hacen caso, lo que se acaba compartiendo es mucho más que el amor y la pasión, es una hipoteca, los disgustos, el malestar. 


En Ni de coña se recurre a los chistes sexuales. ¿Usted, que es humorista, no cree que son los más fáciles pero, a veces no los más graciosos?

No suele ser un humor que yo trabaje, pero es cierto que el sexo, por su interés en ocultarlo, da pie al malentendido y la broma. El problema con es cómo se haga el humor. Si eres ingenioso serás capaz de hacer chistes buenos, si eres chusco y grosero no tendrán calidad.


¿Qué tiene el contacto con el público que a usted parece que le chifla?

Posiblemente porque es en el escenario donde te sientes más libre. Cuando trabajas en una película estás sujeto a un equipo, a una estructura que no es tuya, solo eres una parte. Como los actores somos unos exhibicionistas, tener al público es reconfortante. Ahora vemos a medio público debido a las mascarillas.