El Real Madrid se apuntó ayer (97-79) la tercera victoria de la Euroliga en un clásico ante el Kirolbet Baskonia. Una rivalidad de las que hacen afición y que mantuvo el pleno de triunfos blanco en lo que va de temporada (9-0), gracias a una actuación coral y los zarpazos de Sergio Llull.
El balear venía sin anotar en el primer plato de la semana europea ante el Olimpia, pero se desquitó con 23 puntos para celebrar mejor, de paso, su reciente paternidad. Llull encendió la mecha y se encargó también de poner tierra de por medio de cara al último cuarto (74-67), apagando el enésimo intento vasco de meterse en el partido. De esta manera, los de Pablo Laso se quedan con el 3-0 que solo tienen Fenerbahce y CSKA Moscú, por el 1-2 de Baskonia.