La tradicional lectura pública de El Quijote con motivo de las Jornadas del Libro,  organizadas por la Biblioteca Municipal y la delegación de Cultura, se han realizado esta mañana en un singular entorno: el Santuario de la Virgen de las Cruces. Los alumnos de sexto de Primaria de los colegios de la localidad fueron los protagonistas de una mañana en la que conocieron la obra de Cervantes a través de su gastronomía. De esta manera, cada uno de los colegios interpretó un fragmento de la novela el que se se citan platos como atascaburras, duelos y quebrantos, migas, gachas o torreznos. También se plasmaron en cartulinas sus recetas y, por supuesto, podieron probarlos, además de convertirse en Dulcinea y Don Quijote gracias a un divertido photocall. 

La actividad, que en esta ocasión  coordinó el colegio Calatrava, comenzó con la lectura de El Quijote por parte del alcalde, Leopoldo Sierra. Previamente, se dirigió a los niños presentes para animarlos «a leer y a ser críticos con lo que se lee, para poder saber diferenciar entre lo correcto y lo que no lo es». «Algo que solo se consigue a través del conocimiento», subrayó Sierra. Seguidamente, y antes de dar paso a los capítulos teatralizados, subieron al atril, situado en el patio del santuario, el director del ‘Calatrava’, Juan Luis Tenreiro, y un representante de cada colegio para continuar con la lectura. El docente hizo un balance positivo de la experiencia, agradeciendo la implicación tanto del resto de centros educativos como del Ayuntamiento de Daimiel, y recordó la importancia de mantener el hábito de la lectura entre los pequeños.

Más fotos: