Alergólogos esperan una primavera de riesgo elevado

Hilario L. Muñoz
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El jefe del servicio en el Hospital de Ciudad Real señala que la primavera pasada se mostraba de riesgo alto pero apenas hubo síntomas de rinitis o de asma alérgico

Alergólogos esperan una primavera de riesgo elevado - Foto: Rueda Villaverde

A semanas de la primavera, los alergólogos avanzan una estación de riesgo elevado para las personas con alergia a las gramíneas, el polen dominante, el más universal y el que reactiva a quienes tienen mayores síntomas. Se trata de un riesgo que quizás se reduzca, gracias a la extensión del uso de mascarillas, que implica menos sintomatología de los pacientes.

«Las últimas semanas han supuesto un aumento de los pólenes de cupresáceas o arizónicas, favorecido por las lluvias invernales y el clima anticiclónico», explicó el jefe de Alergología del hospital de Ciudad Real, Francisco Feo. La situación es de riesgo medio, 51 granos por metro cúbico de aire, en una España donde hay media Península en riesgo alto. Se sabe que el otoño y el invierno lluvioso y con alto grado de humedad suele implicar una primavera de riesgo que «podría ser elevada para los alérgicos», a falta de los datos de marzo. Se trata de la misma calificación que tuvo la primavera de 2020, pero «los pacientes presentaron solo síntomas nasales y asma de carácter leve e intermitente», explicó Feo. El motivo es que «el confinamiento limitó la exposición de marzo-abril» a lo que se sumó «el uso generalizado de mascarillas a partir de mayo», que ha sido el mejor tratamiento para la alergia, «pues la prevención ha resultado muy eficaz». De hecho, el jefe de Alergología expuso que hasta la llegada de la COVID-19, el uso de las mascarillas se había prestado a cierta controversia, normalmente porque no se usaban las más adecuadas. «Sin embargo, ha sido uno de los datos más concluyentes que nos ha traído la COVID-19, las mascarillas son altamente eficaces en el control de la rinitis y el asma alérgico».

El doctor recordó las diferencias entre los síntomas de la alergia y la COVID-19. Los principales son que el polen puede causar picor de ojos y nariz, estornudos congestión nasal, se empeora al aire libre, y nunca se acompaña de fiebre. Mientras, la COVID induce pérdida de gusto y de olfato, fiebre, dolores musculares y la congestión nasal sin picor. 

 

Los pólenes en Madrid son un 30 por ciento más alérgicos que en Ciudad Real 

Los pacientes de Madrid presentan más sintomatología que los de Ciudad Real. Este es el resultado del estudio de pacientes asmáticos que ha realizado el Instituto de Salud Carlos III, entre 2016 y 2020 y que ya ha concluido con varias publicaciones.

«El estudio comprobó que las gramíneas de Madrid expresaban dos panalergenos polínicos muy sensibilizantes, que están ausentes en los pólenes de Ciudad Real», explicó Francisco Feo, lo que implica una evolución más tórpida de los pacientes de Madrid. «Los asmáticos presentaron más síntomas, y su consumo de medicación resultó un 30% superior a los pacientes de Ciudad Real».