El Vestas Alarcos está obligado a cambiar de chip y centrarse ahora en la Copa del Rey, competición en la que vuelve a medirse al Palma del Río en su primera eliminatoria. Tras su contundente victoria ante los cordobeses en la primera jornada de Liga (27-13), el sorteo copero quiso que ambos conjuntos vuelvan a verse ahora las caras, aunque esta vez en el pabellón El Pandero, donde el Palma del Río siempre muestra una versión mucho más peligrosa. 

Esta primera eliminatoria se disputa a un único partido, con el premio para el vencedor de disputar la segunda eliminatoria en su pabellón y frente a un conjunto de Liga Asobal clasificado en novena o peor posición la pasada campaña.

Este contexto es muy parecido al vivido por el conjunto ciudadrealeño la pasada campaña, cuando en la primera jornada de Liga y en la primera ronda copera tuvo que enfrentarse al Villa de Aranda, sacando adelante sus dos compromisos. Eso permitió que al Quijote Arena llegase el Bidasoa, a la postre subcampeón de la Liga Asobal y que esta temporada está disputando la Liga de Campeones.

El cuadro ciudadrealeño no quiere más disgustos tras perder en la segunda jornada de Liga en la pista del Cisne. Ahora desea reivindicarse en esta Copa del Rey y durante la semana la preparación ha estado condicionada por los problemas físicos de Brian Negrete y un proceso gripal de Javi de la Cruz. Además, Frank Cordiés no podrá jugar, ya que cuestiones burocráticas siguen retrasando la tramitación de su ficha.

Enfrente estará un Palma del Río que ha comenzado de forma nefasta la temporada, ya que a la derrota en la jornada inaugural en el Quijote Arena sumó después otro tropiezo en su pista frente al recién ascendido Cajasur Córdoba (21-25). 

Por eso quizá ahora sea un rival más peligroso, pero en cualquier caso el Vestas Alarcos debe ser el favorito y sacar adelante un compromiso que permita volver a ver un equipo de Liga Asobal sobre el parqué del Quijote Arena.