"Cada vez que coges la trompeta caminas por la cuerda floja"

R.Ch.
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Entrevista con el trompetista Manuel Blanco

Cada vez que coges la trompeta caminas por una cuerda floja

Manuel Blanco (Daimiel, 1985) comienza esta semana un ciclo de conciertos en Pamplona que van a ser una especie de prólogo o de ensayo a lo que va a ser su segundo disco. ¿Qué podemos esperar de este nuevo proyecto? 

Es un proyecto con la fundación Baluarte de Pamplona junto a la orquesta Sinfónica de Navarra con la que se planificó que actuáramos en su temporada. Pero todo se fue demorando en el tiempo por el COVID y ahora surgió la posibilidad de hacer estos conciertos en la sala de Cámara del auditorio pamplonés, con un formato más reducido. Son tres conciertos, con música de distintos estilos: clásica, jazz… Y lo que propuse es que este proyecto fuera mi siguiente álbum, junto al gran pianista de jazz Pepe Rivero, Javier Colina y Reinier Elizarde 'Negron'  (contrabajo), Michel Olivera a la percusión... vamos a fusionar estilos desde el más puro barroco y clasicismo al jazz más vanguardista y macarra… 

Si hubiéramos estado, por ejemplo, a inicios de 2020 y no hubiera pasado todo lo que ha pasado, ¿este proyecto sería el mismo? ¿Qué ha cambiado?

Cada vez que coges la trompeta caminas por una cuerda flojaCada vez que coges la trompeta caminas por una cuerda floja

Lo primero que ha cambiado es que incluso ya podría estar acabado. Se ha ido retrasando todo. Justo la pasada semana mi mánager aquí y el que tengo en Alemania me dieron la buena noticia de que han recuperado unos conciertos que tenía para junio de 2022 y otros que tenía en Estambul para marzo de 2023. Imagina el destrozo que nos ha hecho a los músicos la pandemia. El baile de fechas, muchos conciertos cancelados... Si preparas una grabación de este tipo a un año vista por el repertorio, el espacio que necesitas, los músicos de primer nivel con los que cuentas y de repente viene una situación así, pues te cambia todos los esquemas. 

¿Y en lo conceptual? 

El proyecto estaba muy definido, pero sí daremos algún giro en alguno de los temas y sobre todo, nos afectará en la pasión con la que lo vamos a interpretar. Imagínate después de vivir tantos meses alejados del escenario la motivación e ilusión con la que tocaremos cada nota. Lo vamos a hacer como si fuera la melodía de nuestra vida.

Los músicos que sacan ahora un trabajo, ¿son unos valientes?

Ahora mismo tienes que contar con mucha valentía. Te preparas para estos proyectos y muchas veces hay una sensación de inestabilidad que hasta una semana antes de hacer un concierto, por ejemplo, no sabes si lo vas a hacer o no. Y todavía tienes que dar gracias, no sé si por primera vez en la historia, a nuestros gobernantes, que han apostado por mantener la cultura abierta. Con aforos, limitaciones, mucha seguridad, test, mascarillas, distancias… pero han dado un ejemplo, porque muchos colegas nos cuentan, desde el extranjero, que somos un ejemplo. En Alemania, por ejemplo, la cuna de la música, tiene sus auditorios cerrados desde noviembre y no han vuelto a abrir.

¿Para quién toca Manuel Blanco? 

Para la gente, no para eruditos ni para los que controlan cada estilo ni cada adorno que voy a hacer. Para el niño más pequeño de cuatro años que ha venido al concierto por primera vez con sus padres y para el hombre más mayor o al trompetista más clásico y el crítico más estudiado. Toco para gente que ama la música y mi ilusión es descubrir a gente que ama la música y aún no lo sabía. Ese público que, de repente, aparece en un concierto, como el que hicimos en la plaza de Aldea del Rey con la Diputación. Era chocante ver a los niños que estaban por allí que hubieran estado jugando a la pelota pero estaban debajo del escenario embobados mirando lo que pasaba en el escenario. 

Debe ser emocionante eso... 

Es lo que más me reconforta, ver a gente que quizá tomaba distancia con la música porque muchas veces se ve la música clásica como algo que hay que entender para disfrutarla. Eso no pasa con el fútbol. Todos entendemos y todos podríamos ser entrenadores del Madrid o del Barça, porque nos lo han metido desde pequeños, a amar este deporte y a no aburrirnos con el fútbol, pero eso no pasa con la música, y al final se hace todo tan técnico que parece que si no te sabes la vida de Mozart, Bach o Beethoven no sabes de música y la gente toma algo de distancia hasta que se emocionan y, de repente, alguien que va a un concierto y por lo que está pasando en su vida, con el coronavirus o por lo que sea, se emociona y se pone a llorar. 

Por eso este álbum no quiero proyectarlo en un estudio y hacerlo perfecto. Quiero grabarlo en un concierto, en directo, y por eso se truncó un poco haberlo hecho en la sala de Cámara del Auditorio Nacional, que era la primera idea, y hubo que cambiarlo todo por el confinamiento. Y ahora estamos estudiando fechas y sitios que pudieran enmarcarse en lo que queremos para que sea el momento idóneo. 

De usted dicen que es el trompetista audaz, la revolución de la trompeta, el hombre con el que quiere tocar media Europa…. ¿Cómo lleva este fenómeno? 

Son titulares que te van poniendo, con los que te definen periodistas, amigos… Lo llevo bien, como también encajo las críticas. No me suena haber tenido ninguna en los últimos conciertos, pero si llegan, hay que saber encajarlas y estudiarlas para seguir mejorando La trompeta, finalmente, es un instrumento muy difícil, está muy cerca de la voz humana, de lo que sería un buen cantante. Cada vez que coges la trompeta estás caminando por una cuerda floja. 

Ha hablado de planes de futuro, ¿hay alguno cercano que no implique saltarse confinamientos perimetrales en nuestra provincia? 

Tengo que retomar conversaciones con la Diputación de Ciudad Real, porque había un proyecto muy bonito antes del confinamiento para hacer tres conciertos en varios lugares, entre ellos Daimiel, que solicitó también su alcalde, dentro del ciclo de música en espacios emblemáticos. Y había otro concierto en el Festival de Teatro de Almagro para fusionar música muy referente a la temática del teatro, pero se cayó todo. Lo tengo pendiente y tengo muchas ganas. Te escribe mucha gente por redes sociales que te pregunta cuándo vas a tocar por aquí y la verdad, es mucho más satisfactorio tocar para tu gente.